La fe de Noe
Noe era un hombre bueno y fiel a Dios. Pasaba mucho tiempo orando y siempre trataba de obedecer los mandamientos de Dios. Tenía una familia amorosa, pero un día, empezaron a surgir problemas.
Los hijos de Noe comenzaron a dudar de Dios porque veían que las cosas no iban bien. Noe, preocupado por sus hijos, les instaba a no perder la fe, les contaba historias de esperanza y les recordaba que siempre hay luz al final del camino.
Un día, una gran inundación azotó la región, y Noe, recordando la fe que siempre había mantenido, construyó un arca siguiendo las instrucciones de Dios.
A pesar de las burlas y la incredulidad de los demás, Noe confiaba en que Dios lo protegería a él y a su familia. Finalmente, la inundación llegó y el arca de Noe flotó, mostrando el poder de la fe y la obediencia a Dios.
Los hijos de Noe, viendo este milagro, recuperaron la confianza en Dios y en la fe de su padre, aprendiendo que la fe y la obediencia traen consigo grandes bendiciones, aunque en ocasiones haya desafíos y pruebas difíciles de entender.
FIN.