La Feria de las Aventuras Escolares



¡Ay, qué flojera! Pensaban Pili, Kun y Pia mientras se acercaban al colegio después de las vacaciones de verano.

El sol brillaba en lo alto del cielo y las risas de los niños llenaban el aire, pero ellos no estaban tan emocionados como el resto. Pili había pasado todo su verano acampando en la montaña. Había explorado senderos, escalado rocas y se había bañado en hermosos ríos. Ahora extrañaba la libertad de correr por los campos abiertos.

"¿Por qué tenemos que volver a la escuela? ¡Me encantaría seguir acampando!"- suspiró Pili con nostalgia. Pia, por otro lado, había viajado a España durante las vacaciones.

Había paseado por las calles empedradas de Madrid, visitado museos y probado deliciosas tapas. Pero extrañaba el calor del sol argentino. "No quiero entrar al colegio... Extraño tanto el cálido invierno de Madrid"- dijo Pia con tristeza. Kun tenía una historia diferente para contar.

Ella había viajado a Brasil durante el verano y había disfrutado de playas paradisíacas y fiestas en la playa. Extrañaba la música samba que llenaba el ambiente. "¡Esto es aburrido! Prefiero estar bailando samba bajo el sol brasileño" -susurró Kun con desgana.

Los tres amigos caminaron juntos hacia la puerta del colegio sin muchas ganas hasta que vieron un cartel colgado en la entrada: "Feria Cultural Internacional". Intrigados, se acercaron rápidamente para leerlo mejor.

Resulta que el colegio había organizado una feria donde los estudiantes podían compartir sus experiencias de viaje con todos. Habría stands decorados, comidas típicas y presentaciones artísticas de diferentes países. "¡Esto suena genial!"- exclamaron Pili, Kun y Pia al unísono. Inmediatamente se sintieron motivados.

Ahora tenían un propósito para volver a la escuela: compartir sus increíbles aventuras con sus compañeros. Se imaginaron mostrando fotos, contando historias emocionantes y compartiendo las delicias gastronómicas de cada lugar.

Los tres amigos corrieron a casa para preparar todo lo necesario para la feria. Pili imprimió fotos de su camping, Kun buscó música samba en internet y Pia escribió su diario de viaje en español.

El día de la feria llegó y el colegio estaba lleno de coloridos stands representando distintos países. Los niños se agrupaban emocionados alrededor de cada uno, ansiosos por aprender sobre nuevas culturas. Pili, Kun y Pia montaron su propio stand argentino con banderas, fotos y deliciosas empanadas caseras.

La música samba sonaba en el fondo mientras los niños probaban la comida típica argentina y escuchaban las historias fascinantes que los tres amigos tenían para contar.

La feria fue un éxito rotundo y los compañeros quedaron impresionados con las experiencias vividas por Pili, Kun y Pia durante las vacaciones. Al finalizar el día, se dieron cuenta de que aunque extrañaran sus destinos veraniegos, también habían aprendido mucho en el colegio.

"¡Qué bien nos lo pasamos compartiendo nuestras aventuras! Pero ahora estoy lista para aprender más en el colegio"- dijo Pili con una sonrisa. "Tienes razón, Pili. Las vacaciones fueron geniales, pero también es emocionante aprender cosas nuevas aquí"- asintió Kun.

"Además, tenemos todo un año por delante para soñar con nuestros próximos viajes" -agregó Pia entusiasmada. Así, los amigos se dieron cuenta de que la escuela no era solo un lugar aburrido y rutinario. Era un espacio donde podían compartir sus experiencias, aprender de otros y seguir creciendo juntos.

Con esa nueva perspectiva, entraron al colegio con una motivación renovada y listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

FIN.

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