La feria de los sueños en Villa Esperanza


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una escuela rural donde la maestra Damares enseñaba a los niños con mucho amor y dedicación.

Todos los días, ella llegaba temprano a la escuela con una sonrisa en el rostro y muchas ganas de enseñar. Un día, mientras la maestra Damares daba clase de matemáticas, llegó al pueblo un circo ambulante. Los niños estaban emocionados y no podían prestar atención a la lección.

Al ver esto, la maestra tuvo una idea brillante. - Niños, ¿qué les parece si hacemos nuestra propia feria en el patio de la escuela? -propuso Damares con entusiasmo. Los ojos de los niños se iluminaron y empezaron a planificar su feria.

Decidieron hacer juegos como carrera de sacos, tiro al blanco con pelotas de papel y hasta una obra de teatro que representaría la historia del pueblo.

El día de la feria llegó y todos estaban ansiosos por mostrar lo que habían preparado. La plaza se llenó de padres, vecinos y amigos del pueblo que querían ver las actividades organizadas por los niños.

La maestra Damares estaba orgullosa de sus alumnos y los felicitó por su creatividad y trabajo en equipo. Los niños se sentían felices y realizados al ver cómo su esfuerzo había dado frutos. Pero justo cuando todo parecía ir perfecto, un fuerte viento empezó a soplar y amenazaba con arruinar la feria.

Los juegos se caían, las decoraciones volaban y parecía que todo terminaría en desastre. - ¡No podemos dejar que el viento arruine nuestra feria! -exclamó uno de los niños con determinación.

Entonces, todos se unieron para sujetar las carpas, reagarrar los juegos caídos y proteger las actuaciones. Trabajaron juntos como un verdadero equipo hasta que el viento finalmente amainó. Al final del día, la feria fue todo un éxito gracias al esfuerzo conjunto de los niños.

La maestra Damares les dijo:- Hoy han demostrado que trabajando juntos pueden superar cualquier obstáculo. Estoy muy orgullosa de cada uno de ustedes.

Desde ese día, los niños aprendieron una valiosa lección: que con esfuerzo, trabajo en equipo y determinación se pueden lograr grandes cosas. Y la maestra Damares siguió siendo su guía y ejemplo a seguir en cada nueva aventura que emprendieran juntos.

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