La Feria del Conocimiento


Había una vez, en el hermoso distrito de Reque, un grupo de niños de 7 años que estaban muy emocionados porque se acercaba la semana de la educación primaria en su colegio.

Ellos querían hacer algo especial para celebrar esta importante ocasión y decidieron organizar una campaña. Los pequeños amigos, llamados Lucas, Sofía, Mateo y Valentina, se reunieron en el patio del colegio para planificar su gran evento. Estaban llenos de ideas e ilusiones.

Lucas fue el primero en hablar: "¡Chicos! ¿Qué les parece si hacemos una feria educativa? Podríamos tener diferentes stands donde cada uno enseñe algo a sus compañeros".

Sofía levantó la mano entusiasmada y dijo: "¡Eso suena genial! Yo puedo enseñarles cómo hacer manualidades con materiales reciclados". Mateo agregó: "Yo sé mucho sobre ciencia. Podría mostrarles experimentos divertidos y explicarles cómo funcionan". Valentina sonrió y dijo: "Y yo podría enseñarles juegos tradicionales argentinos. Así todos podríamos aprender mientras nos divertimos".

Los cuatro amigos comenzaron a trabajar arduamente para preparar todo lo necesario para la feria educativa. Hicieron carteles coloridos, escribieron invitaciones para sus compañeros y recolectaron los materiales necesarios para cada stand. Finalmente llegó el día tan esperado.

El colegio estaba decorado con globos y banderines hechos por los propios niños. Los alumnos entraban al patio llenos de expectativas por lo que encontrarían allí.

Lucas dio inicio al evento con un discurso emotivo: "Queridos compañeros, hoy celebramos la importancia de la educación primaria. Aprendemos cosas nuevas cada día y es gracias a nuestros maestros y al esfuerzo que ponemos en nuestras tareas. Queremos compartir con ustedes todo lo que hemos preparado para esta feria educativa".

Los stands estaban listos y los niños se agruparon en pequeños grupos para recorrerlos todos. Sofía enseñaba cómo hacer pulseras con hilos reciclados, Mateo realizaba explosiones de colores con sus experimentos científicos y Valentina lideraba una serie de juegos tradicionales argentinos.

Los alumnos disfrutaban de cada stand, aprendiendo mientras se divertían. Había risas, sonrisas y mucha alegría en el aire. Pero justo cuando pensaban que todo estaba saliendo perfecto, un fuerte viento comenzó a soplar.

Los carteles volaron por los aires y algunos materiales se cayeron al suelo. Los niños miraron preocupados cómo su trabajo se desmoronaba frente a ellos. Pero no perdieron las esperanzas. Lucas tomó la palabra nuevamente: "¡Chicos! No podemos dejar que este contratiempo nos detenga.

Trabajamos mucho para esto y debemos seguir adelante". Sofía asintió: "Tienes razón, Lucas. Sigamos adelante juntos". Con determinación, los amigos recolectaron nuevamente sus materiales y rehicieron los carteles que el viento había arrastrado.

A pesar del percance, la feria continuó con éxito hasta el final del día. Los alumnos disfrutaron aprendiendo cosas nuevas de sus compañeros y aplaudieron emocionados al finalizar la feria.

Los niños de 7 años del distrito de Reque demostraron que, a pesar de los obstáculos, con trabajo en equipo y perseverancia, se pueden lograr grandes cosas. Aprendieron sobre el valor de la educación y compartieron su conocimiento con sus compañeros.

Esa noche, todos durmieron felices y satisfechos por haber hecho una diferencia en su colegio. Sabían que habían dejado una huella positiva en cada uno de sus compañeros y recordarían ese día como un momento especial en sus vidas.

Y así, gracias a la determinación y el espíritu colaborativo de estos pequeños amigos, la semana de la educación primaria fue celebrada de una manera inolvidable en el colegio del distrito de Reque.

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