La feria del respeto



Había una vez en la Escuela Primaria "El Solcito", un grupo de amigos muy divertidos y aventureros: Martín, Sofía, Tomás y Valentina. Ellos eran inseparables y siempre estaban buscando nuevas formas de divertirse juntos.

Un día, mientras jugaban en el patio del colegio, se dieron cuenta de que había un nuevo compañero llamado Lucas. Lucas era tímido y reservado, le costaba mucho hacer amigos porque no conocía a nadie en esa escuela.

Martín, Sofía, Tomás y Valentina decidieron acercarse a él para darle la bienvenida. Se presentaron amablemente y le preguntaron si quería jugar con ellos. Lucas aceptó tímidamente. A medida que pasaban los días, todos comenzaron a conocerse mejor.

Descubrieron que tenían muchos gustos en común y se volvieron grandes amigos. Pero algo preocupaba a Martín: notó que algunos compañeros de clase no trataban a Lucas con respeto.

Un día, Martín decidió hablar con sus amigos sobre esto durante el recreo:"Chicos, me preocupa cómo tratan a Lucas algunos compañeros de clase. No es justo que lo ignoren o lo hagan sentir mal. "Los demás asintieron con seriedad y comprendieron lo importante que era el respeto para mantener una relación cordial entre compañeros.

Tomás sugirió una idea brillante: organizar una actividad especial para promover el valor del respeto en toda la escuela.

Decidieron crear una feria donde cada curso debía preparar un stand relacionado con distintas formas de mostrar respeto hacia los demás. Cada uno tenía su tarea asignada: Martín y Sofía se encargaron de la decoración, Tomás hizo los carteles y Valentina preparó un juego para enseñar a los demás sobre el respeto.

El día de la feria llegó y todos estaban emocionados. Los estudiantes de cuarto grado montaron su stand con mucho entusiasmo. Había afiches que mostraban cómo respetar las opiniones de los demás, cómo cuidar el medio ambiente y cómo tratar a las personas con amabilidad.

Lucas también participó en la feria, creando un hermoso mural donde invitaba a todos a ser respetuosos entre sí. La feria fue todo un éxito. Los alumnos de otros grados quedaron impresionados por el trabajo realizado por cuarto grado.

Aprendieron mucho sobre el valor del respeto y se comprometieron a aplicarlo en sus vidas diarias. Desde ese día, Lucas se sintió más integrado en la escuela gracias al apoyo incondicional de sus amigos.

Martín, Sofía, Tomás y Valentina le demostraron que el respeto es fundamental para construir una relación cordial entre compañeros. A partir de entonces, en "El Solcito" reinaba un ambiente armonioso donde todos se trataban con respeto y consideración.

Martín, Sofía, Tomás, Valentina y Lucas demostraron que no importa si alguien es nuevo o diferente; lo importante es dar oportunidades para conocerlos y tratarlos siempre con respeto.

FIN.

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