La Feria Mágica de las Frutas



Había una vez un grupo de hadas muy especiales llamadas las Hadas de las Frutas. Vivían en una hermosa casa ubicada en medio de un bosque lleno de árboles frutales.

Estas hadas tenían una misión muy importante: enseñar a los niños y niñas la importancia de llevar hábitos saludables y disfrutar del maravilloso sabor de las frutas. Un día, las Hadas de las Frutas organizaron una reunión en su casa para planificar cómo iban a cumplir su misión.

La líder del grupo, la Hada Naranja, tomó la palabra:-¡Queridas haditas! Tenemos que encontrar la forma más divertida y creativa para enseñar a los niños sobre los beneficios de comer frutas.

¿Alguna idea? El resto de las hadas comenzaron a lanzar sugerencias emocionadamente.

El hada Pera sugirió hacer juegos con frutas, el hada Manzana propuso contar cuentos sobre los distintos tipos de fruta, y el hada Plátano pensó en crear canciones pegajosas que hicieran alusión a cada fruta. Finalmente, llegaron a un acuerdo y decidieron organizar una gran feria en el bosque donde todos pudieran aprender mientras se divertían.

Las hadas se pusieron manos a la obra para preparar todo lo necesario: decoraciones coloridas, juegos interactivos y stands llenos de frutas frescas. Llegado el día señalado, los niños y niñas del pueblo acudieron emocionados a la feria. Había risas por doquier mientras jugaban con pelotas hechas con naranjas o intentaban atrapar manzanas con la boca.

Los stands estaban llenos de frutas deliciosas y las hadas explicaban a cada niño los beneficios de comerlas. De repente, un pequeño niño llamado Tomás se acercó al stand del hada Naranja.

-¡Hola, Hada Naranja! ¿Qué me puedes contar sobre las naranjas? El hada sonrió y comenzó a hablarle sobre los altos niveles de vitamina C que contenía esta fruta tan jugosa. Le explicó que las naranjas ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y mantenernos saludables.

Tomás escuchaba atentamente mientras probaba una rodaja de naranja. Para su sorpresa, descubrió que no solo era buena para él, ¡sino que también estaba deliciosa! Animado por su experiencia con el hada Naranja, Tomás decidió visitar otros stands.

En el stand del hada Pera aprendió que las peras eran ricas en fibra y ayudaban a mantener un buen funcionamiento intestinal. En el stand del hada Manzana descubrió que las manzanas eran perfectas para tener dientes fuertes y sanos.

Y finalmente, en el stand del hada Plátano aprendió que los plátanos le darían mucha energía para jugar todo el día. Tomás estaba encantado con todo lo que había aprendido y decidió cambiar sus hábitos alimentarios.

A partir de ese día, incluyó más frutas en su dieta diaria y les contó a todos sus amigos lo maravillosas que eran. Las Hadas de las Frutas estaban felices al ver cómo su misión había sido cumplida.

Los niños y niñas del pueblo comenzaron a disfrutar de los beneficios de las frutas y se dieron cuenta de que la frase "La fruta no es solo buena, sino que también está deliciosa" era totalmente cierta.

Desde entonces, el bosque se llenaba de risas y alegría mientras los niños y niñas disfrutaban jugando entre árboles frutales y comiendo chuches saludables como naranjas, peras, manzanas y plátanos.

Y así, gracias a las Hadas de las Frutas, todos aprendieron que llevar hábitos saludables no tiene por qué ser aburrido, ¡sino todo lo contrario! La fruta es una fuente inagotable de sabor y diversión.

FIN.

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