La fiesta de cumpleaños de Marcela
Había una vez una niña llamada Marcela que estaba muy emocionada porque iba a cumplir cinco años. Desde semanas antes, no paraba de hablar sobre su fiesta de cumpleaños y cómo quería celebrarla con todos sus seres queridos.
Sus papás, primos, tíos, su abuelita y amigas del jardín María Montessori se reunieron para organizar la mejor fiesta que Marcela pudiera imaginar. El día llegó y todo estaba listo para la gran celebración.
En el jardín de la casa de Marcela se colocaron globos de colores, guirnaldas y una mesa llena de golosinas y regalos.
La sorpresa más grande fue cuando apareció el payaso Papayita, un experto en hacer reír a grandes y chicos con sus trucos y magias. "¡Hola chiquitos! ¡Soy Papayita y estoy aquí para hacerlos reír!", exclamó el payaso mientras sacaba pañuelos mágicos de su bolsillo. Todos los invitados se divirtieron muchísimo con las ocurrencias del payaso Papayita.
Marcela no paraba de reírse y disfrutar cada momento especial en su cumpleaños. Sin embargo, lo mejor estaba por venir. Cuando llegó el momento de cantarle el feliz cumpleaños a Marcela, trajeron una hermosa torta decorada con muñecas Barbie, su personaje favorito.
Todos comenzaron a cantar mientras Marcela soplaba las velitas con alegría en sus ojitos brillantes. "¡Feliz cumpleaños, Marcela!", gritaron todos al unísono. Marcelita estaba tan emocionada que decidió morder la torta sin esperar a que le sirvieran un pedazo.
Para sorpresa de todos los presentes (y vergüenza momentánea), la torta resultó estar rellena con gelatina roja simulando sangre falsa. "¡Oh no! ¡Qué susto me disteis!", exclamó la abuelita entre risas nerviosas.
Marcelita soltó una carcajada al ver la cara sorprendida de todos los invitados por esta divertida broma preparada especialmente para ella. Aunque al principio se asustó un poco, pronto entendió que era parte de la diversión en su fiesta de cumpleaños.
La fiesta continuó llena de risas, juegos y bailes hasta altas horas de la noche.
Fue un día inolvidable donde Marcelita aprendió que siempre es bueno tomarse las cosas con humor y disfrutar cada momento especial junto a quienes más quieres en tu vida. Y así terminó este hermoso día lleno magia y diversión para nuestra pequeña protagonista: Marcelita en su quinto cumpleaños.
FIN.