La Fiesta de Cumpleaños de Naiara



Era un día soleado y radiante en el barrio de Naiara. Hacia un año más, ella estaba por festejar su séptimo cumpleaños, y la emoción era palpable. La casa estaba decorada con globos coloridos y una gran pancarta que decía "¡Feliz Cumpleaños, Naiara!". Naiara había invitado a sus mejores amigos: Adrián, Paula, Jimena, Elena y Nicole.

"¡No puedo esperar para probar el pastel!" - decía Jimena, mientras acomodaba su vestido rosa.

"Y los juegos, ¡no olviden eso!" - añadió Elena, saltando de felicidad.

"Yo traje una sorpresa, ¡van a alucinar!" - exclamó Nicole, con una sonrisa cómplice.

Tal y como habían planeado, los pequeños se reunieron en el jardín, donde Naiara había preparado diferentes actividades. Se organizó una búsqueda del tesoro, y cada amigo recibió un mapa con pistas. Al gritar “¡ya! ”, todos se dispersaron riendo.

"Miren, aquí dice que debemos encontrar la pelota roja y el gorro azul" - dijo Adrián mientras corría a buscar la pelota escondida detrás de un arbusto.

Mientras todos buscaban, Naiara notó que algo raro sucedía. Paula no estaba tan entusiasmada como los demás; se la veía más seria.

"¿Paula, estás bien?" - preguntó Naiara.

"Sí, es que no soy buena para encontrar cosas. Siempre soy la última" - respondió Paula, mirando al suelo con tristeza.

Naiara reflexionó y, con una gran sonrisa, dijo:

"Pero eso no importa, Paula. Lo más importante es que estamos juntos y nos divertimos. Además, cada uno tiene sus talentos. ¡Tal vez podamos encontrar las pistas juntos!"

Justo cuando Paula empezó a sonreír, ¡Jimena gritó emocionada!"¡Encontré una pista!" - sostuvo en alto un papelito con un dibujo de un sol.

"Vamos, ¡hay que seguir buscando por el parque!" - animó Elena, envalentonada. Así, todos juntos continuaron la búsqueda, ayudando a Paula a buscar y encontrando juntos cada una de las pistas.

Al final de la búsqueda, llegaron a la “X” marcada en el mapa, donde había una caja pequeña.

"¡Lo logramos!" - gritaron al unísono. Cuando abrieron la caja, encontraron pequeños trofeos de papel con mensajes como "¡El mejor amigo!" y "¡El más alegre!".

"¡Qué lindo!" - dijo Nicole con lágrimas de felicidad.

"Significa que todos somos especiales a nuestra manera" - añadió Naiara, abrazando a sus amigos.

Más tarde, llegó el momento del pastel. Todos se sentaron a la mesa, donde había un gran bizcochuelo decorado con fresas y crema. Naiara hizo su deseo antes de soplar las velitas, pero pronto se dio cuenta que faltaba algo.

"Chicos, necesito que todos cierren los ojos y pidan algo" - dijo Naiara, y cada uno lo hizo.

- “Quiero que siempre seamos amigos” - susurró Paula.

- “¡Deseo que todos tengan un buen cumpleaños! ” - pensó Adrián.

Cuando terminó de soplar las velas, Naiara sonrió y dijo:

- “Mi deseo fue que siempre estemos juntos y que jamás sintamos que no somos lo suficientemente buenos” - explicó.

Todos se miraron y se abrazaron en un mar de risas. Volvieron a disfrutar del pastel que estaba delicioso. Lo compartieron mientras contaban anécdotas y su amistad se hacía más fuerte.

Al final del día, no sólo celebraron un cumpleaños, sino que también festejaron la unión, la alegría y el apoyo entre amigos. Cuando llegó la hora de irse, cada uno se llevó a casa un trofeo especial y el corazón lleno de risas y amor.

"Gracias por el mejor cumpleaños, Naiara" - dijo Paula con una gran sonrisa.

"¡Y gracias a todos por ser mis amigos!" - respondió Naiara, sabiendo que este día sería inolvidable.

FIN.

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