La fiesta de Jasson en Crystal Lake
Había una vez en el bosque de Crystal Lake, un lugar misterioso y lleno de secretos, vivía Jasson, un personaje conocido por su máscara y su machete.
A pesar de su apariencia aterradora, Jasson era en realidad un buen amigo que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Un día, Jasson decidió organizar una fiesta en su cabaña del bosque. Quería demostrarles a todos que no era tan malo como decían y que también podía divertirse.
Así que comenzó a enviar invitaciones a todos los habitantes del bosque: los animales, las hadas, los duendes y hasta el espantapájaros.
La noticia de la fiesta de Jasson se corrió rápidamente por todo el bosque y todos estaban emocionados por asistir. Sin embargo, algunos tenían dudas sobre si debían ir o no debido al aspecto tenebroso de Jasson. "¿Vamos a la fiesta de Jasson?" -preguntó el conejito Timoteo a sus amigos. "No sé...
dicen que es muy peligroso. " -respondió la ardilla Rosita con temor. Pero finalmente, decidieron darle una oportunidad a Jasson y fueron juntos hacia la cabaña en lo profundo del bosque.
Al llegar, se sorprendieron al ver cómo Jasson les recibía con una sonrisa detrás de su máscara y les ofrecía dulces y bebidas refrescantes. "¡Bienvenidos amigos! ¡Gracias por venir!" -saludó Jasson con amabilidad.
Los animales se relajaron al ver lo amable que era Jasson e inmediatamente empezaron a disfrutar de la música, los juegos y las risas en la fiesta. Pero justo cuando todo parecía estar perfecto, llegó un invitado inesperado: Freddy Krueger, otro famoso personaje del bosque conocido por sus garras afiladas y su sombrero oscuro.
Todos se pusieron nerviosos al verlo entrar pero para sorpresa de todos, Freddy venía en son de paz. "Hola amigos ¿puedo unirme a la fiesta?" -dijo Freddy con entusiasmo.
Jasson dudó al principio pero luego recordó lo importante que es dar segundas oportunidades y aceptó la presencia de Freddy en la fiesta. Así fue como todos juntos bailaron, cantaron e incluso compartieron historias alrededor del fogón.
La noche transcurrió llena de alegría y camaradería entre seres tan diferentes pero tan iguales en su deseo de divertirse juntos. Al finalizar la fiesta, los animales se despidieron con abrazos cálidos tanto para Jasson como para Freddy.
"¡Gracias por esta increíble noche! ¡Nos divertimos mucho!" -exclamaron emocionados mientras regresaban cada uno a sus hogares en el bosque. Jasson aprendió esa noche que no importa cómo te vean los demás o cuál sea tu apariencia exterior; lo importante es ser amable, abierto y estar dispuesto a dar segundas oportunidades.
Y así fue como esa peculiar fiesta en el corazón del bosque se convirtió en una lección valiosa sobre aceptación e inclusión para todos sus habitantes.
FIN.