La Fiesta de la Alegría
En un pequeño pueblo llamado Sonrisas, vivía una niña llamada Lila. Lila era conocida por su risa contagiosa y su amor por las fiestas. Siempre soñaba con organizar la mejor celebración del pueblo.
Un día, mientras jugaba en su jardín, Lila tuvo una idea brillante. "¡Voy a organizar una Fiesta de la Alegría!"- exclamó emocionada. Para hacerla inolvidable, necesitaba encontrar maneras de que todos se divirtieran.
Después de conversarlo con su mejor amigo, Tito, decidieron que tendrían tres actividades especiales.
La primera actividad sería una carrera divertida. "¿Qué te parece si hacemos una carrera de sacos?"- sugirió Tito. Lila sonrió. "¡Es perfecto! Todos tendrán que saltar dentro de los sacos para llegar a la meta. Así se divertirán y reirán muchísimo"-.
El día de la gran fiesta, los niños se alinearon, cada uno metiéndose en su saco de yute. "¡A la cuenta de tres!"- gritó Lila. Cuando dijo "¡Ya!", los niños empezaron a saltar de un lado a otro. Risas y gritos de felicidad llenaron el aire mientras ellos luchaban por llegar primero.
Al terminar la carrera, todos estaban cansados pero felices. Lila tomó una bocanada de aire y dijo: "Ahora, ¡es hora de nuestra segunda actividad!"-.
La segunda actividad era una danza de las sillas. "Vamos a colocar sillas en círculo y cuando la música suene, tendrán que moverse al ritmo. Pero cuando la música pare, cada uno debe encontrar una silla donde sentarse"-, explicó Lila mientras sonreía.
Los niños comenzaron a moverse, saltando y girando alrededor de las sillas, mientras Lila tocaba un tambor. De repente, la música se detuvo. Todos corrieron a buscar una silla y hubo risas cuando algunos amigos se quedaron sin lugar. "¡Sigue, sigue!"- gritó Tito, y la música comenzó de nuevo.
Después de varias rondas, sus rostros estaban llenos de alegría y emoción. "Fue increíble"- dijo uno de los niños. "¿Qué viene ahora, Lila?"- preguntó otra niña.
Lila sonrió y sostuvo un gorro colorido. "La última actividad será una batalla de globos. Inicialmente todos deben atarse un globo en la cintura, y tendrán que correr para no dejar que los otros los revienten"-.
Los niños organizaron su línea de ataque y cuando Lila dio la señal, empezaron a correr. Los globos estallaban en todas direcciones, y la risa se hacía cada vez más fuerte.
Pero, en medio de la batalla, un globo estalló muy cerca de Lila y su gorra se voló. "¡Oh no!"- gritó mientras ella corría detrás de su gorra que revoloteaba con el viento. Finalmente, recuperó su gorra, pero notó que los demás habían dejado de jugar y la miraban preocupados.
"¿Estás bien, Lila?"- le preguntó Tito.
"Sí, sí, solo un pequeño susto"- respondió Lila riendo. Sin embargo, ese incidente dio pie a un nuevo juego.
"¡Hagamos una competencia de gorra voladora!"- sugirió Tito, y Lila, llena de energía, respondió: "¡Sí! El que logre atrapar la gorra que lanzó el viento será el rey de la fiesta"-.
Así que, uno a uno, los niños empezaron a correr tratando de atrapar la gorra de Lila mientras ella la lanzaba al aire. Las risas resonaban por todo el pueblo, y la Fiesta de la Alegría se convirtió en un evento inolvidable.
Al final del día, todos se sentaron en el césped, cansados pero felices. "Gracias, Lila, por esta hermosa fiesta"- dijo una niña. "Me encantaron las carreras, la danza y la batalla de los globos"- agregó otro.
Lila sonrió y, mientras miraba a sus amigos, se dio cuenta de que la verdadera alegría no solo estaba en las actividades, sino en compartir esos momentos especiales con quienes amaba.
"La fiesta no termina aquí, siempre que estemos juntos, cada día puede ser una gran celebración de alegría"- dijo Lila, y todos aplaudieron de felicidad.
Esa fue la Fiesta de la Alegría en el pueblo de Sonrisas, un evento que se recordaría por siempre, lleno de risas, saltos y, sobre todo, mucha amistad.
FIN.