La fiesta de la amistad



Había una vez en un pequeño colegio de Buenos Aires, una niña llamada Sofía que tenía una amiga muy especial llamada Valentina. Ellas dos eran inseparables, compartían risas, secretos y aventuras juntas todos los días.

Un día, Valentina le anunció a Sofía que su familia se mudaría a otro país. Sofía se entristeció mucho al escuchar la noticia, ya que no sabía cómo sería su vida sin su mejor amiga a su lado.

Prometieron mantenerse en contacto a través de mensajes de WhatsApp y soñaron con el día en que podrían reunirse nuevamente. Los días pasaron y la despedida de Valentina llegó.

Sofía acompañó a su amiga al aeropuerto junto con sus compañeros de clase y la querida profesora Ana. Todos estaban tristes por la partida de Valentina, pero prometieron seguir siendo amigos sin importar la distancia.

Valentina abrazó fuertemente a Sofía antes de subir al avión y le dijo: "¡No llores, amiga! Nos veremos pronto, te lo prometo". Con el corazón lleno de esperanza, Sofía se despidió agitando su mano mientras veía partir el avión hacia tierras lejanas. Las semanas pasaron y Sofía extrañaba mucho a Valentina.

A pesar de las videollamadas y mensajes diarios, nada podía reemplazar los momentos compartidos cara a cara. Un día, cuando menos lo esperaba, sus compañeros de clase le propusieron hacer una fiesta sorpresa para animarla.

Sofía llegó al salón decorado con globos y guirnaldas coloridas. La sorpresa iluminó su rostro triste y sintió el cariño de todos sus amigos reunidos para alegrarle el día. La profesora Ana sonreía con ternura mientras sostenía un pastel con velas brillantes.

"¡Feliz fiesta sorpresa, Sofi! ¡Te queremos mucho!" exclamaron todos en coro. Sofía no podía contener la emoción y las lágrimas rodaban por sus mejillas. Se sentía bendecida por tener amigos tan maravillosos que se preocupaban por ella incluso en los momentos difíciles.

"¡Gracias chicos! No saben cuánto significa esto para mí", expresó entre sollozos mientras abrazaba uno por uno a sus compañeros. La fiesta continuó con juegos divertidos, baile y risas interminables.

La ausencia de Valentina seguía siendo un dolor en el corazón de Sofía, pero ese día entendió que también tenía personas especiales cerca que la apoyaban incondicionalmente.

Al finalizar la fiesta sorpresa, la profesora Ana se acercó a Sofía y le dijo: "Recuerda que aunque Valentina esté lejos físicamente, siempre estará presente en tu corazón como tú lo estarás en el suyo". Sofí asintió con gratitud mientras guardaba aquel momento en lo más profundo de su ser.

Se dio cuenta de que la verdadera amistad va más allá de las distancias físicas y que siempre habrá personas dispuestas a brindar amor y alegría en cada etapa del camino.

Y así fue como aquella fiesta sorpresa no solo alegró el corazón de Sofí ese día sino que también sembró semillas indestructibles de amor y camaradería entre todos los niños del colegio.

FIN.

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