La Fiesta de la Amistad


Había una vez un bebé llamado León que vivía en una casa con sus papás y su perro, Rufus. Un día, mientras jugaba en el jardín trasero, vio a dos gatos peleando en la cerca vecina.

Se acercó para ver qué pasaba y se dio cuenta de que eran Jason y Didi, los gatos caseros del vecino. "¿Por qué están peleando?"- preguntó León.

"Es que Jason quiere jugar con mi bola de estambre pero yo no quiero compartir"- respondió Didi. León pensó por un momento y les dijo:"¿Qué tal si compartimos la bola? Así pueden jugar juntos". Los gatos se miraron sorprendidos pero aceptaron la propuesta de León.

Desde ese día, los tres amigos jugaban juntos todos los días. Pero un día, mientras jugaban a perseguirse por el jardín, Jason sin querer arañó a Didi. "¡Ay! ¡Me lastimaste!"- gritó Didi.

Jason se disculpó y trató de explicar que fue accidental pero Didi estaba muy molesta y no quería hablar con él. León notó la tensión entre sus amigos felinos y decidió intervenir para ayudarlos a llevarse bien otra vez. "Chicos, sé que se quieren mucho pero también es normal tener diferencias.

Lo importante es hablarlo y pedir perdón cuando hacemos algo mal"- les dijo León sabiamente. Los gatos asintieron en silencio.

Entonces León tuvo una idea:"¿Qué tal si organizamos una fiesta para celebrar su amistad?"Los ojos de los gatos brillaron al escuchar la idea de León. Así que los tres amigos trabajaron juntos para preparar una fiesta en el jardín trasero. Hicieron cupcakes, colgaron globos y pusieron música.

Cuando llegó la hora de la fiesta, Jason y Didi se abrazaron y pidieron perdón mutuamente por lo sucedido. Los tres amigos disfrutaron de una tarde llena de risas y diversión. Desde ese día, Jason y Didi aprendieron a hablar sus diferencias en lugar de pelear.

Y gracias a León, aprendieron que siempre es mejor trabajar juntos para resolver un problema. Y así, los tres amigos felinos siguieron jugando juntos todos los días con más amor y respeto entre ellos.

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