La Fiesta de la Amistad



En un hermoso prado lleno de flores de colores, vivían tres amigos: una cebra llamada Zizi, un zorro llamado Zorrito y un pavo llamado Pablo. Era un lugar donde siempre había risas y juegos. Un día, Zizi, con su característico brillo en las rayas, tuvo una idea brillante.

"¡Chicos! ¡Vamos a organizar una fiesta de la amistad!" - dijo Zizi emocionada.

"¡Qué buena idea!" - exclamó Zorrito moviendo su cola.

"¿Qué necesitamos para la fiesta?" - preguntó Pablo.

"Necesitamos música, comida y muchas sorpresas!" - respondió Zizi con una gran sonrisa.

Así que los tres amigos se pusieron manos a la obra. Zorrito, que era muy rápido, fue a buscar flores para decorar.

"¡Las flores harán que todo luzca precioso!" - dijo mientras recolectaba margaritas y girasoles.

Pablo se encargó de la comida. Fue a buscar granos y semillas y decidió que haría una ensalada colorida.

"¡Voy a hacer la mejor ensalada de semillas del mundo!" - comentó Pablo con orgullo.

Zizi, por su parte, se ofreció a poner la música. Comenzó a practicar unas canciones alegres.

"¡Voy a hacer que todos bailen!" - gritó mientras movía su cola de un lado a otro.

El día de la fiesta llegó y todo estaba listo. Había flores por todas partes, la ensalada de Pablo era deliciosa, y Zizi tenía preparada una lista de canciones maravillosas. Pero un giro inesperado ocurrió. Justo antes de que comenzara la fiesta, un viento fuerte llegó y voló todas las flores de la decoración.

"Oh no, ¡nuestras bellas flores!" - dijo Zizi, angustiada.

"No te preocupes, Zizi. Podemos hacer algo diferente" - sugirió Zorrito.

"¿Qué tienes en mente?" - preguntó Pablo.

"Podemos pedirle a nuestros amigos que traigan cosas de sus casas para decorar" - propuso Zorrito entusiasmado.

Los amigos se pusieron a trabajar de nuevo. Invitaron a los demás animales del prado, y cada uno trajo algo especial. La tortuga trajo hojas verdes, el loro trajo plumas de colores, y hasta el ratón trajo algunos pedacitos de tela.

Cuando todos juntaron sus cosas, la fiesta resultó ser aún más colorida y divertida. Al caer la tarde, los animales comenzaron a bailar al ritmo de la música que Zizi había preparado.

"¡Esto es increíble!" - gritó Pablo mientras disfrutaba de su ensalada.

"¡Sí! Todos juntos hacemos algo muy especial" - respondió Zorrito.

"Es verdad, ¡la amistad es lo más importante!" - dijo Zizi mientras se reía con sus amigos.

Al final, comprendieron que no necesitaban solo flores para hacer una fiesta maravillosa, sino el amor y la colaboración de todos. Desde ese día, cada vez que se encontraban, los animales recordaban la fiesta y celebraban su amistad con pequeñas sorpresas.

Y así, Zizi, Zorrito y Pablo aprendieron que cuando están juntos, ¡cualquier día puede ser una fiesta llena de alegría y colores!

FIN.

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