La Fiesta de la Comida Saludable
Érase una vez, en un colorido pueblito del campo, un grupo de amiguitos que iba al jardín de infantes. Un día, la seño Lila les propuso algo muy especial.
"¡Niños, haremos una Fiesta de la Comida Saludable!" - exclamó la seño Lila con entusiasmo.
Los niños saltaron de alegría.
"¡Sí! ¡Queremos la fiesta!" - gritaron, emocionados.
La seño Lila les explicó cómo los alimentos nos dan fuerzas y nos hacen crecer sanos y felices.
"Vamos a aprender sobre las frutas, verduras y todo lo que se puede comer para estar fuertes. ¿Qué les parece?" - dijo ella, sonriendo.
Mientras pensaban en la fiesta, se les ocurrió una idea.
"¡Podemos hacer una búsqueda del tesoro de alimentos!" - sugirió Agustín.
"¡Genial!" - dijo Sofía.
"¿Qué tenemos que buscar?" - preguntó Lucas.
La seño Lila les explicó que cada uno debía buscar una fruta o verdura en sus casas y llevarla al jardín para compartir. Todos estaban muy contentos, incluso un poco nerviosos por la búsqueda.
"Voy a buscar una sandía bien grande, ¡me encanta!" - dijo Valentina.
"Yo llevaré zanahorias, son muy ricas y crujientes" - agregó Emiliano.
El día de la fiesta llegó. Los niños llevaron sus alimentos y colocaron todo en una mesa larga. Había sandías, zanahorias, manzanas y hasta algunas hortalizas especiales.
"¡Miren qué colorida está nuestra mesa!" - gritó Sofía emocionada.
Pero cuando estaban listos para comer, un pequeño pájaro apareció volando.
"¿Qué hace aquí este pajarito?" - se preguntó Lucas, mirando al ave.
"Parece que también quiere comer algo delicioso" - dijo Valentina.
Entonces, la seño Lila les propuso ayudar al pajarito a encontrar comida.
"¿Por qué no compartimos un poco de nuestra comida con él?" - sugirió Lila.
Los niños se miraron entre sí y estaban de acuerdo.
"¡Sí, vamos a compartir!" - dijeron todos.
Cada niño tomó una pequeña porción de su comida y la colocó en un platito. Entonces, el pajarito, agradecido, se acercó a la mesa.
"¡Gracias, amiguitos!" - trinó el pájaro mientras comía feliz.
Todos se rieron y celebraron que habían ayudado a otro ser que también tenía derecho a comer.
La seño Lila les dijo:
"Así como el pajarito, todos necesitamos comer para estar sanos. Recordemos que la comida nos une y nos hace fuertes juntos. ¡Esta fue la mejor Fiesta de la Comida Saludable!"
Y así, con sus corazones llenos de alegría y su pancita llena de comida rica, los niños aprendieron no solo sobre la importancia de la alimentación, sino también sobre el derecho a compartir y cuidar a los demás.
Desde ese día, cada vez que comían, recordaban al pajarito y se comprometían a ayudar a otros siempre que podían. Y así, su pueblito se volvió un lugar más generoso y lleno de amor.
FIN.