La Fiesta de las Frutas
En una colorida huerta, donde el sol brillaba y los árboles estaban repletos de frutas, vivía un grupo de amigos: la Naranja, el Plátano, la Papaya, la Sandía, la Pera, la Uva, la Manzana, la Piña, el Limón y la Frutilla. Un día, la Naranja tuvo una idea emocionante.
"¡Hagamos una fiesta!" - dijo la Naranja, saltando de alegría.
"¡Sí! Pero primero, necesitamos invitar a todas las frutas!" - respondió el Plátano, moviendo su colita.
Así que decidieron contar cuántas frutas iban a invitar y organizar todo. La Naranja, que era muy organizada, dijo:
"Yo seré la primera en invitar a la Papaya."
La Papaya era la segunda en llegar a la fiesta.
"¡Hola, amigas! Estoy lista para la diversión!" - dijo la Papaya, sonriendo.
"Yo invito a la Sandía, que es la tercera." - anunció el Plátano.
La Sandía llegó y gritó:
"¡Qué alegría estar aquí!"
"Voy a invitar a la Pera, que es la cuarta. ¡Es super dulce!" - dijo la Papaya, y la Pera llegó feliz.
"¡Gracias por invitarme!" - exclamó la Pera, llena de entusiasmo.
"Yo invito a la Uva, que es la quinta en llegar." - agregó el Plátano.
La Uva llegó con muchas de sus amigas.
"¡Hola a todos! Vamos a divertirnos mucho!" - dijo la Uva contenta.
"¡Yo invitaré a la Manzana, que es la sexta!" - dijo la Sandía.
La Manzana se presentó en un giro.
"¡Hola, amigos! ¡Estoy aquí para la fiesta!" - dijo la Manzana alegremente.
"Yo invito a la Piña, que es la séptima. ¡Le encanta bailar!" - dijo la Uva.
La Piña llegó bailando con alegría.
"¡Vamos a hacer una gran fiesta!" - gritó la Piña.
"¡Yo invito al Limón, que es el octavo en llegar!" - cantó la Manzana.
El Limón llegó con un chiste fresco.
"¿Sabían que las fiestas son más divertidas con un limón?" - dijo riendo.
"¡Y ahora solo falta la frutilla, que es la novena!" - dijo la Pera.
La Frutilla llegó dando saltitos.
"¡Por fin llegué a la fiesta!" - exclamó la Frutilla, emocionada.
"Y para cerrar con broche de oro, ¡yo soy la décima!" - gritó la Naranja.
Al verse todas reunidas, comenzaron a disfrutar de la fiesta. Jugaron, bailaron y compartieron ricas canciones. Aprendieron número ordinales mientras se divertían y se llenaron de risas.
"¡Qué bien que estamos juntas!" - dijo la Papaya.
"Esta ha sido la mejor fiesta de frutas!" - exclamó la Frutilla.
A partir de ese día, las frutas supieron que podían contar y divertirse, y la fiesta se convirtió en una hermosa tradición entre todas ellas. ¡Y así, disfrutaron siempre de su amistad!
FIN.