La Fiesta de los Alimentos Zombie



Era una noche oscura y tormentosa en el pequeño pueblo de La Verdulería. Por la tarde, los niños habían estado preparando una fiesta de Halloween en casa de Mateo. Todos estaban ansiosos, pero muy intrigados por una extraña noticia que habían escuchado: en la granja del abuelo Joaquín, algunos alimentos habían cobrado vida.

Las luces de la casa de Mateo estaban parpadeando,¡y los niños pronto estarían allí! Mateo revisaba los últimos detalles de la decoración, cuando de repente, una zanahoria saltó de la mesa.

"¿Qué está pasando aquí?" - gritó Mateo, sorprendido.

"¡Nos hemos convertido en alimentos zombie!" - respondió la zanahoria con una voz temblorosa. "Nosotros queremos ser amigos y no asustar, pero no podemos resistir más. ¡Necesitamos un lugar donde pertenecer!"

Mateo frunció el ceño y miró a su alrededor. Entendía que quizás esa zanahoria sentía soledad. "¿Cómo es que llegaron a estar así?" - preguntó.

La zanahoria se acomodó para hablar: "Todo comenzó cuando la gente empezó a tirar la comida en lugar de disfrutarla. Enojados, nos convertimos en zombies para recordarle a todos que debemos amar y cuidar cada alimento que cultivamos y cosechamos. ¡No queremos ser desechados!"

Mateo, moviendo la cabeza en señal de entendimiento, sugirió: "¡Podríamos hacer un desfile de Halloween con ustedes! Así, todos en el pueblo podrán ver que los alimentos son importantes y que no deben ser desechados."

"¡Eso sería increíble!" - exclamó la zanahoria, contagiando su emoción a algunos de sus amigos que esperaban detrás de la mesa. Un brócoli, un tomate y hasta una calabaza también tomaron vida. "Vamos a hacer lo mejor desfile de Halloween!" - dijo el brócoli, moviendo sus ramitas.

Con esa idea en mente, todos los niños llegaron a la casa de Mateo. Entre risas y dulces, Mateo decidió presentarles a sus nuevos amigos.

"¡Chicos! Les quiero presentar a mis amigos zanahoria, brócoli, tomate y calabaza, son alimentos zombie pero no tienen maldad. Vienen a ayudarnos a recordar la importancia de cada alimento. ¡Haremos un desfile!"

Los niños miraron con asombro y algunos hasta dieron pasos atrás, pero la zanahoria habló suavemente: "No tengan miedo, solo queremos bailar y divertirnos. ¡Enseñemos a todos cómo los alimentos pueden ser amigos!"

Así, los niños, la zanahoria y sus amigos comenzaron a preparar el desfile, creando trajes coloridos hechos de envoltorios reciclados y decoraciones con lo que encontraban en la cocina. Quienes se sumaron estaban emocionados con la idea; incluso algunos adultos se unieron al evento para mostrar su apoyo.

La plaza del pueblo comenzó a llenarse de visitantes curiosos, pero también de una energía mágica que hacía que todo fuera posible. Los zombies de vegetales lideraban el desfile, danzando al compás de la música, mientras las luces iluminaban cada rincón.

"¡Miren a esos alimentos!" - dijo un anciano del pueblo con una sonrisa. "Nunca pensé que vería a la zanahoria hacer un salto como ese."

Mateo observaba con alegría y pensó en voz alta: "¡Esto es genial! Ya no miraremos a los alimentos como algo que hay que tirar. Ahora son nuestros amigos."

Luego del desfile, todos se reunieron en la plaza y escucharon a los alimentos que contaban más historias sobre la granja, la importancia de la alimentación y la necesidad de cuidar el medio ambiente. La zanahoria añadió, "No somos solo comida, somos vida y deben amarnos. Juntos haremos del mundo un lugar mejor."

Al terminar la noche, cada niño recibió una semilla de cada uno de los alimentos zombies. "¡Plántenlas en casa y cuiden de ellas!" - sugirió Mateo. "Así recordaremos siempre que tal vez un día lleguen a ser nuestros amigos también."

Con una conexión renovada entre los niños y los alimentos, La Verdulería nunca volvió a ser la misma. Desde aquella noche, el respeto y el amor por la comida se extendió por todo el pueblo, creando una comunidad más fuerte y feliz. Y cada año, el desfile de alimentos zombies se convirtió en una tradición, enseñando a las nuevas generaciones que cada bocado es valioso. Y así, los alimentos zombies finalmente encontraron su lugar en el corazón de todos.

Y así fue como una noche de éxitos y alegría transformó a los temidos alimentos zombies en unos amigos leales adoptados por toda una comunidad.

FIN.

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