La Fiesta de los Amigos



En la selva colorida, donde los árboles lucen hojas verdes y brillantes, vivían tres grandes amigos: Cebra, Zorro y Pavo Real. Cada día jugaban juntos, pero lo que más les gustaba era contarse historias sobre sus aventuras.

Un día, mientras jugaban cerca del arroyo, Pavo Real dijo emocionado:

"¡Tengo una idea! Vamos a hacer una fiesta para celebrar nuestra amistad. Habrá música, bailes y, por supuesto, rica comida. ¡Todos nuestros amigos están invitados!"

La Cebra, que era muy creativa, respondió:

"¡Genial! Yo puedo hacer algunos juegos para que todos se diviertan. Puedo pintarlo todo de rayas. ¡Que divertido!"

El Zorro, pensativo, agregó:

"Y yo puedo contar historias. Me encanta relatar cuentos de aventuras. ¡A los más pequeños les va a encantar!"

Los tres amigos se pusieron a trabajar. Cebra se dedicó a pintar rayas de colores en los árboles y en las piedras, Zorro fue buscando ramitas y hojas para hacer un escenario, mientras que Pavo Real se ocupó de invitar a todos los animales de la selva.

El día de la fiesta llegó. Todos los animales estaban emocionados. Había elefantes, loros, monos y hasta una tortuga que llegó un poco tarde.

"¡Hola, amigos!"

Dijo la tortuga al llegar.

"¡No te preocupes, llegó justo a tiempo para la fiesta!"

Contestó Cebra mientras le hacía un lugar entre los demás.

Cuando la fiesta comenzó, había música de todos los estilos. Pavo Real aleteaba sus plumas brillantes y brillantes mientras los demás bailaban. Cebra hizo un juego muy divertido que consistía en seguir las rayas que había pintado, y Zorro estuvo contando cuentos, haciendo que todos rieran y se asombraran.

Sin embargo, en medio de tanto baile y diversión, algo inesperado ocurrió: una fuerte tormenta se desató, trayendo un viento muy fuerte. Todos los animales se asustaron y empezaron a correr.

"¡Rápido, busquemos refugio!"

Gritó Zorro.

"No hay que separarse, sigamos juntos", añadió Cebra.

Los amigos buscaron un lugar seguro bajo un gran árbol. Allí, se acurrucaron entre sí, y Zorro empezó a contar historias para tranquilizar a todos.

"¿Saben? Hubo una vez una gran tormenta que unió a todos los animales de la selva. ¡Porque siempre es mejor estar juntos!"

Los animales se sintieron más seguros y comenzaron a tranquilizarse. Aunque afuera llovía intensamente, dentro de su refugio se sentían cálidos y protegidos.

Finalmente, la tormenta pasó. Cuando miraron afuera, se dieron cuenta de que la selva estaba aún más hermosa que antes. Las gotas de lluvia brillaban como pequeñas joyas.

"¡Miren cómo brilla todo!"

Dijo Pavo Real emocionado.

"Es como si la selva nos estuviera homenajeando por vivir juntos esta aventura", agregó Cebra.

"Y ahora más que nunca, vamos a celebrar nuestra amistad, ¡pues somos un gran equipo!"

Acordaron todos.

Y así, continuaron la fiesta. Había risas, bailes y juegos. Desde entonces, cada vez que llovía, los animales recordaban cómo la tormenta había traído una nueva oportunidad para unirse y celebrar la vida en la selva.

Y así, Cebra, Zorro y Pavo Real aprendieron que, aunque pueden surgir imprevistos, lo más importante en la vida es estar juntos, disfrutar de la compañía de los amigos y nunca dejar de celebrar la diversidad y la amistad.

Fin.

FIN.

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