La Fiesta de los Amigos de Trujillo


Había una vez en un lugar muy lejano, en el hermoso país de Venezuela, un estado llamado Trujillo. Este estado era conocido por sus tradiciones coloridas, su exuberante flora y su diversa fauna.

En el mapa, Trujillo se veía como un lugar lleno de montañas verdes y ríos cristalinos que bailaban entre los valles. En este mágico lugar vivían muchos animales curiosos y amigables que siempre estaban dispuestos a ayudarse unos a otros.

Uno de ellos era Tito, un travieso oso hormiguero que recorría los bosques en busca de deliciosas hormigas para comer. Un día soleado, mientras Tito caminaba por el bosque, se encontró con Lola, una linda mariposa amarilla que revoloteaba entre las flores.

"¡Hola, Tito! ¿Cómo estás hoy?" -saludó Lola con entusiasmo. "¡Hola, Lola! Estoy muy bien, gracias. ¿Qué haces por aquí?" -respondió Tito con una sonrisa.

Lola le contó a Tito sobre la gran fiesta que se iba a celebrar en el pueblo cercano para celebrar la llegada de la primavera. Habría bailes folklóricos, comidas típicas y juegos divertidos para todos los habitantes del estado Trujillo. Emocionados por la noticia, decidieron ir juntos a la fiesta.

En el camino se encontraron con Pedro, un perezoso simpático que vivía en lo alto de un árbol gigante. "¿A dónde van tan contentos?" -preguntó Pedro con curiosidad. "Vamos a la fiesta de primavera en el pueblo.

¡Únete a nosotros!" -invitaron Tito y Lola al perezoso. Pedro aceptó encantado y juntos continuaron su camino hacia la celebración. Al llegar al pueblo, quedaron maravillados por la decoración colorida y las risas contagiosas de los niños jugando.

Probando las delicias culinarias típicas de Trujillo y bailando al ritmo de la música tradicional, los tres amigos disfrutaron de momentos inolvidables juntos. La noche cayó lentamente sobre el pueblo y las estrellas iluminaron el cielo oscuro como pequeñas lucecitas brillantes.

Sentados bajo un árbol centenario, Tito, Lola y Pedro se abrazaron felices por haber compartido tantas aventuras juntos en ese día especial.

"¡Qué hermoso es nuestro estado Trujillo! Tan lleno de vida y alegría", expresó emocionada Lola mirando a sus amigos con cariño. "Sí, tenemos mucha suerte de vivir en este lugar tan maravilloso", asintió Tito con gratitud.

Y así terminó esta jornada inolvidable en la que tres amigos descubrieron lo importante que es valorar las tradiciones locales, cuidar la naturaleza y disfrutar cada momento junto a quienes más queremos en nuestro querido estado Trujillo.

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