La Fiesta de los Colores en la Escuela Arcoíris


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Dan Sebastián, una escuela muy especial que se llamaba "Escuela Arcoíris". Esta escuela había sido fundada hacía 37 años por la señorita Clara, una maestra muy amorosa y dedicada.

Al principio, la Escuela Arcoíris era muy pequeña, solo tenía dos aulas y unos pocos alumnos. Pero con el paso de los años, la escuela fue creciendo y cada vez más niños querían estudiar allí.

La señorita Clara trabajaba incansablemente para hacer de su escuela un lugar acogedor y lleno de alegría. Un día, llegó al pueblo una nueva directora, la señorita Ana. Ella era joven y entusiasta, y tenía muchas ideas para mejorar la Escuela Arcoíris.

Decidió organizar un gran evento para celebrar los 37 años de la escuela y mostrarle a todos lo maravilloso que era estudiar allí. - ¡Chicos! ¡Chicas! -anunció la señorita Ana emocionada-.

Este año nuestra querida Escuela Arcoíris cumple 37 años, ¿no es increíble? Los niños aplaudieron emocionados y comenzaron a prepararse para el gran evento. Querían que todo saliera perfecto para mostrarle a sus familias lo orgullosos que estaban de su escuela.

Durante semanas, todos trabajaron juntos decorando las aulas, ensayando obras de teatro y preparando deliciosas comidas típicas del pueblo. Finalmente, llegó el día del aniversario y la Escuela Arcoíris estaba más hermosa que nunca.

- ¡Bienvenidos a nuestro aniversario número 37! -anunció la señorita Clara con emoción-. Estoy tan feliz de ver a tantas caras conocidas aquí hoy. Los padres y vecinos del pueblo miraban asombrados todo lo que habían logrado los niños junto con las maestras.

Había colores por todas partes, risas y juegos en cada rincón. La Escuela Arcoíris brillaba con luz propia. - ¡Estamos tan orgullosos de nuestra escuelita! -dijo uno de los padres emocionado-. Verla crecer así es realmente inspirador.

Y así, entre risas y abrazos, la Escuela Arcoíris celebró sus 37 años de historia. Los niños aprendieron ese día que cuando se trabaja en equipo con amor y dedicación, se pueden lograr cosas maravillosas.

Y la pequeña escuelita que alguna vez empezó siendo solo un sueño se convirtió en un lugar grande y acogedor donde todos eran bienvenidos a aprender juntos cada día.

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