La Fiesta de los Dulces



Era un hermoso día soleado en el Reino de Cristal y la Princesa Luna estaba muy emocionada, porque era su cumpleaños y había planeado una fiesta mágica en su castillo. Había invitado a todas sus amigas: la Princesa Estrella, la Princesa Rosa y la Princesa Mariposa. Cuando las princesas llegaron, el castillo estaba decorado con globos de colores y una gran piñata en forma de estrella.

"¡Feliz cumpleaños, Luna!" - gritaron todas las princesas al entrar.

"¡Gracias! ¡Estoy tan feliz que estén aquí!" - respondió Luna, con una sonrisa radiante.

La fiesta comenzó con juegos divertidos. Saltaron en el castillo inflable, jugaron a las escondidas y se divirtieron en la búsqueda del tesoro. Pero lo que más estaban esperando era el momento de comer los dulces que estaban sobre la mesa. Había cupcakes de todos los sabores, gomitas, chocolates y, por supuesto, el enorme pastel de cumpleaños que Luna había elegido con mucho amor.

"¡Miren cuántos dulces hay!" - exclamó Estrella, con los ojos brillando de emoción.

Las princesas comenzaron a comer sin parar. Un dulce tras otro, se llenaron la pancita de galletitas y caramelos. No se dieron cuenta del tiempo que pasaba, ni de que estaban comiendo más de lo que podían manejar. De repente, tras un par de saltos alegres, comenzaron a sentir un extraño dolor en la barriga.

"Ay, me duele un poco la panza", se quejó Rosa, con una mano en el estómago.

"A mí también, ¿qué hicimos?" - lamentó Mariposa, sentándose sobre la alfombra llena de confeti.

Las princesas se miraron preocupadas. Se dieron cuenta que habían disfrutado tanto de los dulces, que no habían pensado en lo que su pancita podía soportar. Sin embargo, no querían que su fiesta se arruinara.

"Tal vez deberíamos tomar un poco de agua y descansar un ratito antes de seguir jugando", sugirió Luna, tratando de calmar a sus amigas.

Decidieron hacer una pausa. Se sentaron en el jardín y cada una tomó un vaso de agua. Mientras descansaban, comenzaron a hablar sobre lo que había sucedido.

"Nunca pensé que comer tantos dulces me haría sentir así. Deberíamos haber comido algo más saludable primero", comentó Estrella, aliviando su dolor con un masaje en la pancita.

"Sí, ¡y prometo no comerme tanto de una sola vez la próxima vez!" - rió Rosa, sintiéndose un poco más enérgica.

Mariposa, siempre llena de ideas, propuso algo: "¡Hagamos un plan para la próxima fiesta! Podemos comer unos snacks saludables como frutas y nueces antes de probar los dulces. Así disfrutaremos de todo sin sentirnos mal."

Las amigas asintieron con entusiasmo. Con el tiempo, el dolor de panza se fue y retomaron las actividades. Mientras jugaban, la Princesa Luna tuvo una brillante idea.

"¡Vamos a utilizar la piñata! Pero en vez de llenarla solo con dulces, vamos a mezclarla con frutas y sorpresas saludables. ¡Así cada año será diferente!"

"¡Es una idea genial!" - gritaron todas, llenas de energía y listas para continuar la fiesta de cumpleaños.

Y así, el resto de la fiesta fue increíble. Todas las princesas se divirtieron muchísimo, saltaron, jugaron y rieron. Al final del día, aprendieron que está bien disfrutar de los dulces, pero también es importante cuidar lo que comen para sentirse bien.

"¡Feliz cumple de nuevo, Luna!" - cantaron todas mientras se abrazaban fuera del castillo, llenas de amor y satisfacción, listas para celebrar muchos más cumpleaños juntos con sabiduría y alegría.

Con una gran sonrisa en sus rostros, lanzaron al aire globos de colores. El aire se llenó de alegría, confianza y un hermoso aprendizaje para el futuro.

Y así continúa la historia de las amigas princesas, siempre aprendiendo y disfrutando juntas, en un reino lleno de magia y risas.

FIN.

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