La fiesta de los oficios



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Trabajolándia, donde todos los habitantes se dedicaban a diferentes trabajos. Había carpinteros, panaderos, maestros, agricultores y muchos más.

En Trabajolándia, cada 1 de mayo se celebraba el Día del Trabajador para reconocer la importancia de todas las personas que trabajaban duro para hacer crecer su comunidad. En la víspera del Día del Trabajador, todos los habitantes estaban emocionados preparando una gran fiesta en la plaza principal.

El alcalde de Trabajolándia decidió organizar un concurso especial para homenajear a los distintos trabajos que existían en el pueblo. - ¡Buenas tardes, queridos habitantes de Trabajolándia! -anunció el alcalde desde el escenario-.

Hoy vamos a celebrar a nuestros valiosos trabajadores con un concurso muy especial. Cada grupo representará a un trabajo distinto y demostrará por qué es tan importante para nuestra comunidad.

Los carpinteros prepararon una hermosa casa de madera en miniatura, los panaderos hornearon deliciosas facturas, los maestros enseñaron lecciones sobre historia y matemáticas en forma de obras de teatro y los agricultores trajeron cestas llenas de frutas y verduras frescas. - ¡Qué maravilla ver todo este talento reunido! -exclamó el alcalde-.

Pero aún falta un grupo por presentarse. ¿Dónde están los recolectores de basura? Todos miraron sorprendidos hacia el costado de la plaza donde se encontraba el contenedor de basura. De repente, salieron corriendo varios niños vestidos con trajes brillantes hechos con bolsas recicladas.

- Somos los recolectores de basura y queremos mostrarles lo importante que es nuestro trabajo -dijeron emocionados.

Los niños recolectores explicaron cómo separar correctamente la basura para cuidar el medio ambiente e invitaron a todos los presentes a sumarse a esta iniciativa. La gente aplaudió emocionada ante la creatividad y compromiso mostrado por estos pequeños trabajadores. Al finalizar las presentaciones, el alcalde subió nuevamente al escenario para anunciar al ganador del concurso.

- Y el premio al mejor trabajo en equipo y compromiso con la comunidad es para... ¡los recolectores de basura! Los niños recolectores saltaron de alegría y recibieron un trofeo dorado mientras eran aplaudidos por todos los habitantes de Trabajolándia.

Esa noche, bajo un cielo estrellado, todos disfrutaron juntos de una gran cena compartiendo historias sobre sus trabajos y aprendiendo unos de otros. El Día del Trabajador había demostrado que cada trabajo era importante y digno de ser reconocido.

Desde entonces, en Trabajolándia se celebraba no solo el 1de mayo como Día del Trabajador sino también como una jornada donde se valoraba la diversidad laboral y se fomentaba la solidaridad entre todos sus habitantes.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!