La fiesta de Pompón y sus amigos
Había una vez un conejo muy especial llamado Pompón. Vivía en un hermoso bosque rodeado de árboles altos y flores coloridas. Pompón era muy juguetón y siempre estaba buscando nuevas aventuras.
Un día, mientras saltaba de rama en rama, se dio cuenta de algo muy importante: ¡era su cumpleaños! Pero había olvidado por completo esta fecha tan especial.
Pompón se sintió triste por no haberse acordado antes, pero decidió que no podía dejar pasar la oportunidad de celebrarlo con sus amigos los conejos. Sin perder tiempo, Pompón corrió hacia su madriguera para preparar una fiesta sorpresa.
Comenzó a decorar el lugar con globos y guirnaldas, y colocó una gran mesa llena de deliciosas zanahorias y lechugas frescas. Mientras trabajaba duro para tener todo listo a tiempo, Pompón pensaba en cómo iba a invitar a sus amigos al último momento. Decidió enviar mensajes voladores utilizando hojas grandes como aviones.
Escribió invitaciones rápidamente y las ató a las hojas más ligeras que encontró. Cuando llegaron los primeros invitados, Pompón salió emocionado para darles la bienvenida. "-¡Sorpresa! ¡Hoy es mi cumpleaños!", exclamó Pompón con alegría.
Sus amigos conejos se sorprendieron gratamente al enterarse de la fiesta improvisada. La música comenzó a sonar y todos los conejitos empezaron a bailar felices alrededor de la madriguera. Algunos saltaban alto, otros daban vueltas y algunos hacían piruetas en el aire.
Pompón se sentía muy feliz de tener a sus amigos a su lado. De repente, cuando todos estaban disfrutando de la fiesta, un ruido extraño proveniente del bosque interrumpió la música.
Todos los conejitos miraron hacia el lugar de donde venía el sonido y vieron a una tortuga llamada Trini acercándose lentamente. "-¡Feliz cumpleaños, Pompón!", dijo Trini con una sonrisa en su rostro. "-Lo siento por llegar tarde, pero me enteré de la fiesta y no quería perderme la diversión".
Pompón se emocionó al ver a Trini y le dio un abrazo cariñoso. "-No importa que hayas llegado tarde, lo importante es que estás aquí ahora", respondió Pompón con alegría. Todos continuaron bailando y riendo juntos.
La fiesta fue todo un éxito gracias al ingenio y rapidez de Pompón para organizarla en tan poco tiempo. Los conejitos aprendieron que lo más importante era estar juntos y celebrar las cosas importantes de la vida sin importar los contratiempos.
Desde ese día, cada año celebraban el cumpleaños de Pompón con una gran fiesta en el bosque. Y aunque siempre había sorpresas inesperadas, ellos sabían que lo más valioso era la amistad sincera que compartían.
Y así, entre risas, saltos y abrazos, Pompón entendió que no importaba olvidarse del cumpleaños porque siempre habría amigos dispuestos a hacerlo especial.
FIN.