La Fiesta del Fondo del Mar
En el fondo del mar, donde los corales brillaban como joyas y las burbujas danzaban en el agua, se estaba preparando la fiesta más divertida de todas. La medusa llamada Lila, con sus tentáculos luminosos, había invitado a todos sus amigos. Entre ellos, estaba Cabi, el caballito de mar, y Dimi, el delfín juguetón.
—¡Esta noche será mágica! —exclamó Lila, iluminando el lugar con su suave resplandor.
Cabi movió su cola emocionado.
—¡No puedo esperar! He traído una increíble cantidad de algas para hacer ensaladas frescas —dijo feliz.
Dimi, nadando en círculos, añadió:
—¡Y yo he preparado unas acrobacias espectaculares! ¡La fiesta comenzará con un show bajo el agua!
La fiesta empezó con risas y música de burbujas. Todos los habitantes del arrecife habían sido invitados: peces de colores, estrellas de mar y hasta algún pulpo curioso que se unió al bullicio.
Lila guió a sus amigos hacia el “Baile de las Burbujas”, un juego en el que todos debían saltar a través de burbujas gigantes. Todo estaba yendo de maravillas hasta que un fuerte zumbido interrumpió la alegría.
—¿Qué fue eso? —preguntó Cabi, con un toque de preocupación.
—¡Parece que vienen lobos marinos! —gritó Dimi, tratando de hacerse escuchar sobre el ruido.
Los tres amigos miraron con miedo mientras unos lobos marinos se acercaban, buscando el motivo de toda la diversión.
—¡Salgamos de aquí! —sugirió Lila, pero entonces se detuvo.
—¿Y si en vez de huir, los invitamos a unirse a la fiesta? —propuso Cabi con su voz temblorosa.
Dimi sonrió y dijo:
—¡Esa es una gran idea! A veces, lo que parece un problema puede ser una oportunidad para hacer nuevos amigos.
Entonces, se acercaron con valentía a los lobos marinos. Lila, con su luz brillando aún más, habló:
—¡Hola! Venimos celebrando una fiesta y nos encantaría que se unieran.
Los lobos marinos, confundidos al principio, se miraron entre sí y luego comenzaron a reír.
—¿De verdad nos invitan? —preguntó uno de ellos, más curioso que asustado.
—¡Sí! —contestaron a coro Lila, Cabi y Dimi.
A los lobos les gustó la idea y pronto la fiesta se llenó de risas más. Jugaron al Baile de las Burbujas, hicieron carreras por el fondo del mar y hasta Dimi enseñó a los lobos cómo hacer trucos acrobáticos.
—¡Esto es lo más divertido que hemos hecho! —dijo uno de ellos, moviendo su aleta entusiasmado.
El festejo continuó hasta que la luna comenzó a brillar en la superficie del agua. Al final de la noche, todos se despidieron con abrazos y promesas de volver a reunirse.
—¿Vieron? Nos unimos en lugar de separarnos —reflexionó Lila mientras miraba a sus amigos.
—¡Así es! A veces, tener un poco de valentía y compartir diversión puede llevarnos a nuevas amistades —respondió Cabi con una sonrisa.
Y mientras el fondo del mar volvía a la calma, nuestros amigos, Lila, Cabi y Dimi, nadaron hacia el horizonte iluminado, listos para nuevas aventuras juntos.
—¡Hasta la próxima fiesta! —gritaron todos en coro, sabiendo que el océano siempre tendría algo mágico para ofrecerles.
La noche se cerró con una hermosa imagen del arrecife brillante, recordando a todos que compartir la alegría es la mejor forma de construir puentes bajo el mar.
FIN.