La Fiesta en el Bosque


Había una vez en el bosque de Yawar, un simpático zorro llamado Pancho. Pancho era conocido por ser muy travieso y siempre estar buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras paseaba por el bosque, escuchó risas y música provenientes de lo profundo del mismo. Intrigado, Pancho decidió seguir el sonido y descubrió que se trataba de una gran fiesta organizada por los animales del bosque para celebrar la llegada de la primavera.

Había guirnaldas de flores, luces brillantes y una mesa llena de deliciosos manjares. Pancho se acercó lentamente, sintiéndose un poco tímido al ver a tantos animales juntos.

Pero pronto fue recibido con alegría y comenzó a disfrutar de la fiesta como nunca antes lo había hecho. -¡Hola Pancho! ¡Qué bueno que viniste! -dijo Lola la liebre, acercándose con un plato lleno de zanahorias frescas. -¡Hola Lola! Gracias por invitarme, esto es increíble -respondió Pancho con entusiasmo mientras devoraba las zanahorias.

La fiesta continuó con juegos, bailes y risas hasta altas horas de la noche. Todos los animales se divertían juntos como una gran familia.

Sin embargo, cuando llegó la hora de irse a dormir, Pancho notó que Yawar el oso no estaba en la fiesta. Preocupado, decidió salir en su búsqueda por si le había pasado algo. Caminó entre los árboles oscuros hasta encontrar a Yawar sentado junto a un arroyo mirando fijamente el agua.

-¿Qué te pasa Yawar? ¿Por qué no estás en la fiesta? -preguntó Pancho acercándose lentamente al oso. Yawar suspiró profundamente antes de responder:-Es que yo siempre he sido muy solitario y me cuesta mucho relacionarme con los demás. No quería arruinarles la diversión con mi presencia.

Pancho se sentó junto a él y le dijo:-Yawar, todos te aprecian tal como eres. Eres parte importante de esta comunidad y todos te consideran amigo.

Ven conmigo a la fiesta, aún no ha terminado y todos te están esperando. Yawar dudaba pero finalmente aceptó acompañarlo de vuelta a la celebración. Al llegar, fue recibido con aplausos y abrazos calurosos por parte de todos los animales presentes.

Desde ese día en adelante, Yawar comenzó a integrarse más en las actividades del bosque y a disfrutar cada momento compartido con sus amigos. La amistad entre Pancho y Yawar se fortaleció aún más gracias a esa noche mágica en la que entendieron que juntos podían superar cualquier obstáculo.

Y así concluyó aquella inolvidable fiesta en el bosque de Yawar donde las risas resonaron bajo las estrellas hasta bien entrada la madrugada.

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