La fiesta en peligro
Había una vez en el bosque, un osito llamado Pepe que vivía junto a su amigo la tortuga.
Pepe era muy cariñoso y siempre estaba dispuesto a hacer sentir bien a sus amigos, mientras que la tortuga era más reservada pero igualmente amistosa. Un día, Pepe se despertó emocionado porque era su cumpleaños. Corrió hacia la casa de la tortuga para invitarla a su fiesta y juntos comenzaron a planear todo.
Decidieron hacer una gran celebración en el bosque con todos sus amigos animales. "Vamos a necesitar mucha comida y música", dijo Pepe emocionado. "Sí, y también deberíamos decorar el lugar con flores", agregó la tortuga.
Así que los dos amigos trabajaron duro durante todo el día para preparar todo para la fiesta de cumpleaños de Pepe. La tortuga hizo una tarta deliciosa con bayas del bosque mientras que Pepe preparó juegos divertidos para todos los invitados.
Llegada la noche, llegaron todos los animales del bosque al lugar de la fiesta. Había conejos saltando por todas partes, pájaros volando en círculos y zorros corriendo alrededor emocionados por participar en las actividades organizadas por Pepe y Tortuga.
"¡Feliz cumpleaños Pepe!", gritaron todos los animales al llegar. "Gracias amigos míos", respondió Pepe sonriente. La música comenzó a sonar fuerte mientras todos disfrutaban de las comidas preparadas especialmente para ellos.
La tortuga se aseguraba de que nadie quedara sin probar su deliciosa tarta. "¡Este es el mejor cumpleaños que he tenido nunca!", exclamó Pepe emocionado. "Me alegra mucho que lo estés disfrutando", respondió la tortuga con una sonrisa.
Pero justo cuando pensaban que la noche no podía ser más perfecta, una fuerte lluvia comenzó a caer sobre ellos. Todos los animales se asustaron y corrieron en busca de refugio, pero Pepe y Tortuga sabían exactamente qué hacer.
"Vamos a llevarlos a todos a mi casa", dijo Pepe rápidamente. "Sí, yo te sigo", agregó la tortuga mientras agarraba su caparazón para protegerse de la lluvia. Así fue como Pepe y Tortuga lideraron al grupo hacia su hogar donde encontraron refugio seguro.
Juntos, continuaron celebrando el cumpleaños de Pepe hasta altas horas de la noche, compartiendo historias divertidas e inolvidables momentos juntos. Al finalizar la fiesta, todos los animales se despidieron con abrazos cálidos y palabras amigables.
Y aunque había llovido durante toda la noche, nadie estaba triste porque habían pasado un tiempo maravilloso juntos gracias a las habilidades organizativas de Pepe y Tortuga.
FIN.