La fiesta mágica de Julianna


En un soleado día de verano, Julianna despertó con una emoción especial en su corazón.

¡Hoy era su cumpleaños y lo celebraría con una fiesta de unicornio junto a sus amigos en la piscina! La felicidad y la alegría inundaban su habitación mientras se preparaba para el gran día. Julianna corrió escaleras abajo hacia la cocina, donde su familia ya estaba preparando todo para la fiesta.

Su mamá había horneado un delicioso pastel de arcoíris con forma de unicornio, y su papá soplaba globos de colores brillantes. La pequeña no podía contener la emoción al ver toda la decoración mágica que habían preparado.

Al llegar al jardín, vio a sus amigos Valeria, Dian, Isamar, Dorielys, Ryan y Ainhoa llegando con regalos coloridos y sonrisas radiantes. -¡Feliz cumpleaños Julianna! -gritaron todos al unísono mientras le daban abrazos llenos de amor y amistad.

La fiesta comenzó con juegos acuáticos en la piscina, donde los niños reían y chapoteaban felices bajo el cálido sol. Julianna se sentía la niña más afortunada del mundo rodeada de tanto cariño y diversión. Mientras jugaban, compartían anécdotas graciosas y sueños por cumplir.

De repente, un giro inesperado ocurrió cuando una nube oscura cubrió el cielo despejado. El viento soplaba fuerte y las primeras gotas de lluvia empezaron a caer sobre ellos. -¡Oh no! ¿Y ahora qué haremos? -exclamó Valeria preocupada. Pero Julianna tenía una idea brillante.

Recordó que su mamá guardaba en el garaje una carpa gigante que podrían usar para resguardarse de la lluvia. Rápidamente organizaron juntos el plan: levantarían la carpa e improvisarían una tarde de películas y juegos bajo techo.

Con trabajo en equipo y mucha creatividad lograron montar la carpa justo a tiempo antes de que el aguacero se intensificara. Todos se acomodaron dentro con mantas y cojines mientras disfrutaban de las golosinas del buffet del cumpleaños.

-¡Esto es genial! ¡Nunca olvidaremos este cumpleaños tan divertido e inesperado! -exclamó Ryan entre risas mientras veían una película animada todos juntos. La lluvia finalmente cesó al anochecer, dejando paso a un hermoso arcoíris que iluminaba el cielo nocturno.

Julianna sopló las velitas del pastel rodeada por sus amigos y familiares que cantaban emocionados "Feliz Cumpleaños". Esa noche quedó grabada en sus corazones como un recuerdo imborrable lleno de amor, amistad e inesperadas aventuras compartidas.

Y Julianna supo entonces que no importaba si llovía o hacía sol; lo importante era tener a sus seres queridos cerca para hacer cada momento especial e inolvidable.

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