La fiesta secreta de Cely

Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, donde vivían More y su hija Cely. More era una mamá cariñosa y trabajadora que siempre estaba pendiente de su hija.

Cely, por su parte, era una niña curiosa y llena de energía que adoraba pasar tiempo con su mamá. Un día especial se acercaba: el cumpleaños de More. Cely estaba emocionada porque quería hacer algo muy especial para sorprender a su mamá en su día.

Así que decidió planear la mejor fiesta de cumpleaños que Villa Feliz hubiera visto jamás. "Mami, ¿qué te gustaría hacer en tu cumpleaños?", preguntó Cely con entusiasmo.

"Cualquier cosa que hagamos juntas será maravilloso, mi amor", respondió More con una sonrisa tierna. Cely pasó días organizando todos los detalles para la fiesta sorpresa. Preparó decoraciones coloridas, horneó deliciosos pasteles y hasta ensayó una canción especial para cantarle a su mamá.

Estaba decidida a hacer de ese día un recuerdo inolvidable. Llegó finalmente el día del cumpleaños de More y Cely no podía contener la emoción. Reunió a todos los vecinos del pueblo en la plaza central, donde había preparado la fiesta sorpresa.

Cuando llegó More, quedó completamente sorprendida al ver todo lo que había organizado su hija. "¡Feliz cumpleaños, mami!", gritaron todos mientras lanzaban confeti y aplaudían.

More no pudo contener las lágrimas de emoción al ver el esfuerzo y amor que Cely había puesto en esa celebración tan especial. La pequeña se acercó a ella y le dedicó la canción que había ensayado con tanto cariño. Todos los presentes se conmovieron al escuchar la dulce voz de Cely.

La fiesta continuó con juegos, bailes y risas hasta altas horas de la noche. More sintió en su corazón una felicidad indescriptible al compartir ese momento único junto a su hija y toda la comunidad de Villa Feliz.

Al finalizar la fiesta, More abrazó fuertemente a Cely y le dijo:"Gracias por este maravilloso regalo, mi tesoro. Eres lo más importante en mi vida y cada día me siento bendecida de tenerte como hija".

Cely sonrió radiante sabiendo que había logrado hacer feliz a su mamá en su día especial. Ambas se retiraron juntas bajo un cielo estrellado, llenas de amor y gratitud por todo lo vivido esa noche inolvidable en Villa Feliz.