La fiesta sorpresa de Bia



Hoy es el cumpleaños de Bia, mi mejor amiga. Ella es muy inteligente y siempre está dispuesta a ayudar a los demás. Desde hace semanas, mis amigas y yo hemos estado planeando una fiesta sorpresa para ella.

- ¿Están listas las decoraciones? - pregunté mientras colgaba globos de colores en la sala. - Sí, ya terminamos de inflarlos todos - respondió Sofía, otra de mis amigas. - ¿Y la comida? - preguntó Lucía, nuestra tercera amiga.

- Ya está todo preparado en la cocina - dije con una sonrisa en mi rostro. Nos aseguramos de que todo estuviera perfecto para recibir a Bia cuando llegara a su casa.

Cuando escuchamos que alguien tocaba la puerta, nos escondimos detrás del sofá para sorprenderla. - ¡Feliz cumpleaños! - gritamos todas al unísono cuando Bia entró por la puerta. Ella se quedó sin palabras al vernos ahí reunidas con globos y serpentinas.

Después de unos segundos de shock inicial, comenzó a reírse y abrazarnos a todas. La fiesta fue un éxito total. Comimos pastel, jugamos juegos divertidos e intercambiamos regalos. Pero lo más importante fue el tiempo que pasamos juntas como amigas.

Nos dimos cuenta de lo mucho que significábamos unas para otras y lo especial que era tener una amistad verdadera como la nuestra. Después del festejo, Bia me dijo algo muy importante:- Gracias por hacer este día tan especial para mí.

Me siento muy feliz por tener amigas tan maravillosas como ustedes. - ¡Claro que sí! Siempre estaremos aquí para apoyarte y celebrar contigo - le respondí con una sonrisa.

Aprendimos que la amistad es un tesoro muy valioso y que debemos cuidarla siempre. Además, descubrimos que no necesitábamos grandes cosas para ser felices, sino simplemente estar juntas y compartir momentos especiales. La fiesta sorpresa de Bia fue un recuerdo inolvidable para todas nosotras.

Y aunque ya han pasado muchos años desde ese día, seguimos siendo mejores amigas y compartiendo aventuras juntas.

FIN.

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