La fiesta sorpresa de hada Pastel
Había una vez en el Reino de las Hadas, un hada llamada Pastel que estaba muy emocionada porque se acercaba su cumpleaños.
Pastel era conocida por ser una hada muy amable y solidaria, siempre dispuesta a ayudar a los demás. El día antes de su cumpleaños, mientras volaba por el bosque, Pastel se encontró con sus amigos Conejo, Ardilla y Rana. Se dieron cuenta de que Pastel estaba triste y le preguntaron qué le pasaba.
"¡Hola amigos! Estoy triste porque mañana es mi cumpleaños y no tengo ningún plan especial. No quiero celebrarlo sola", dijo Pastel con una voz apagada. Los tres amigos se miraron entre sí y tuvieron una idea brillante al mismo tiempo.
"¡Vamos a organizarle una fiesta sorpresa!", exclamó Conejo emocionado. Ardilla asintió con entusiasmo mientras Rana saltaba de alegría. Juntos comenzaron a planear todos los detalles para la fiesta sorpresa del cumpleaños de Pastel.
Al día siguiente, cuando llegó el momento de la fiesta sorpresa, los tres amigos llevaron a Pastel hasta un claro en medio del bosque donde habían decorado todo con globos coloridos y confeti. Había música alegre sonando y una mesa llena de deliciosos pasteles y dulces.
Pastel no podía creer lo que veía. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras abrazaba a sus amigos. "¡Gracias chicos! Esto es lo mejor que me han regalado nunca", dijo emocionada. La fiesta continuó con risas, bailes y juegos.
Pastel sopló las velas de su pastel de cumpleaños rodeada de amor y amistad. Pero entonces, un pequeño problema surgió.
El viento comenzó a soplar con fuerza y apagó todas las velas del pastel antes de que Pastel pudiera soplarlas. "Oh no, ahora no se cumplirá mi deseo", suspiró triste. Conejo, Ardilla y Rana miraron la decepción en el rostro de Pastel y tuvieron otra idea brillante al mismo tiempo.
"¡Vamos a ayudarla a hacer su deseo realidad!", exclamaron los tres amigos emocionados. Todos cerraron los ojos e hicieron un gran esfuerzo para recordar el deseo que había hecho Pastel justo antes de soplar las velas.
Juntos, concentraron toda su magia en ese deseo y lo enviaron al cielo. De repente, una lluvia de estrellas comenzó a caer del cielo iluminando todo el claro en medio del bosque. Las estrellas bailaban alrededor de Pastel mientras ella sonreía maravillada.
"¡Mi deseo se ha hecho realidad! ¡Gracias chicos!", exclamó Pastel emocionada. Los cuatro amigos continuaron disfrutando de la fiesta bajo la lluvia de estrellas hasta altas horas de la noche. Fue una noche mágica llena de amor, amistad y deseos hechos realidad.
Desde aquel día, Conejo, Ardilla y Rana aprendieron lo importante que es ser solidarios con los demás. Aprendieron que cuando nos preocupamos por los demás y les brindamos nuestro apoyo, podemos hacer que sus sueños se hagan realidad.
Y así, Pastel y sus amigos vivieron muchas aventuras solidarias juntos, siempre dispuestos a ayudar a los demás y hacer que los deseos se cumplieran.
Porque en el Reino de las Hadas, la amistad y la solidaridad eran los ingredientes principales para una vida llena de magia y felicidad.
FIN.