La Fiesta Sorpresa de Yadira
Era un día soleado en el barrio de Villa Alegría, donde vivía Said, un niño pequeño con un gran amor por el baile. Hoy era un día especial, ¡era el cumpleaños de su mamá, Yadira! Said quería hacer algo maravilloso para sorprenderla.
Said decidió que la mejor manera de festejar era con una fiesta sorpresa. Se sentó en su habitación, su mente repleta de ideas sobre cómo hacerlo. Primero, fue a buscar a sus amigos en el vecindario.
"¡Chicos!" llamó Said, emocionado. "¡Hoy es el cumpleaños de mamá y quiero hacerle una fiesta sorpresa! ¿Me ayudan?"
Los amigos de Said, que eran Clara, Tomás y Lila, se agruparon rápidamente a su alrededor.
"¡Sí! ¡Nos encantaría!" dijo Clara, dando saltitos de alegría.
"Pero, ¿cómo lo hacemos?" preguntó Tomás, mirando a Said con curiosidad.
"Primero, tenemos que preparar una decoración bonita y, como mamá adora bailar, haremos una pista de baile especial para ella", explicó Said con la carita llena de ideas.
Decidieron hacer globos de colores con hojas de papel que Said había encontrado en su casa. Con tijeras, colores y mucha creatividad, cada uno de ellos colaboró haciendo globos mientras Said organizaba todo.
Una vez que la decoración estuvo lista, decidieron hacer una ronda de baile. Todos tomaron sus posiciones como si estuvieran en un escenario.
"¡A bailar chicos!" gritó Said y comenzaron a moverse al ritmo de una música imaginaria, saltando y riendo.
En medio de su alegría, Lila tuvo una idea brillante:
"¿Y si hacemos un baile especial para mamá?"
"¡Sí!" exclamaron todos.
Enseguida comenzaron a ensayar una coreografía simple pero muy divertida. Un paso a la derecha, un giro, y luego todos se sentaban en el suelo en un gran despliegue de risas. Pero, al intentar practicar, ¡un accidente accidental ocurrió!
Mientras practicaban, Tomás se tropezó y derribó la mesa llena de golosinas que habían preparado, ¡la lluvia de caramelos y galletitas voló por todas partes!"¿Qué haremos ahora?" se lamentó Said, preocupado por la sorpresa.
"Tranquilo, podemos recogerlos y organizarlos de nuevo. ¡Mamá no puede ver esto!" dijo Clara, tratándose de la situación.
Así que corrieron a recoger los dulces desparramados, riendo y disfrutando mientras lo hacían.
"Esto se está convirtiendo en una aventura!" dijo Said, sintiéndose más tranquilo.
Al caer la tarde, los amigos de Said se fueron a casa para prepararse y regresar a la fiesta. Said se quedó en casa, esperando con ansias a que su mamá volviera del trabajo. Cuando llegó, todos se escondieron detrás del sillón y cuando Yadira entró en la sala, gritaron al unísono:
"¡Sorpresa! ¡Feliz cumpleaños, mamá!"
Yadira se quedó sorprendida y emocionada, sus ojos brillaban de alegría.
"¡Oh, chicos! ¡No puedo creerlo!" dijo, riendo y abrazando a Said.
La música comenzó a sonar y todos empezaron a bailar en la pista improvisada que habían creado. El aire se llenó de felicidad y risas.
Said miraba a su mamá bailar, con una gran sonrisa en su rostro.
"Gracias por esta maravillosa fiesta, Said", le susurró Yadira.
"Lo hicimos juntos, mamá. ¡Hoy es un día especial porque bailamos juntos y celebramos a la familia!" dijo Said, llenándose de orgullo.
Y así, en la noche mágica que habían preparado, la familia se unió en un baile lleno de amor y diversión.
FIN.