La Fiesta Sorpresa para la Tortuga



En el corazón del Bosque Mágico, los animales se reunieron bajo el gran árbol de la sabiduría. Era un día soleado y todos estaban emocionados por una ocasión especial: ¡el cumpleaños de la tortuga Tecla! Sin embargo, para que la fiesta fuera memorable, decidieron recolectar las frutas más deliciosas del bosque.

"- ¡Creo que deberíamos hacer una fiesta sorpresa!", sugirió la ardilla Clara, moviendo su cola con entusiasmo.

"- Sí, pero necesitamos muchas frutas!", agregó el zorro Lucas, que siempre tenía un plan.

"- ¿Cuántas frutas necesitamos?", preguntó el conejo Timmy, mientras saltaba de un lado al otro.

"- Bueno", dijo el búho sabio, que estaba presente en la reunión, "cada uno de ustedes debe recoger un número específico de frutas: Clara, recolectá 10 nueces; Lucas, necesitás 8 moras; Timmy, buscá 12 zanahorias; y yo, buscaré 5 manzanas."

Los animales se pusieron manos a la obra, cada uno dirigiéndose a su parte del bosque. Clara subió al árbol buscando sus nueces, mientras Lucas corría ágil entre los arbustos, recolectando moras. Timmy, el conejo, cavó en la tierra para encontrar las zanahorias y el búho voló alto, buscando el árbol donde crecía la mejor variedad de manzanas.

Sin embargo, cuando Clara estaba a punto de alcanzar su meta de nueces, escuchó un grito.

"- ¡Ayuda! ¡Me he quedado atrapado!", era el pequeño ratón Nino, cuya trampa para entender a los pájaros había salido mal.

"- ¡Nino!", gritó Clara, preocupada. "No puedo dejarte aquí, ¡tengo que ayudar!". Así que dejó de lado sus nueces y corrió hacia el ratón.

Mientras tanto, Lucas había encontrado un delicioso arbusto cubierto de moras, pero al ver la situación de Clara, decidió no comer ni una sola baya. "- ¡Vamos, Timmy, hay que ayudar a Clara!", exclamó. Así que ambos se apresuraron hacia donde estaba el ratón.

"- Gracias, amigos!", dijo Nino, al ver cómo lo liberaban. "- ¡Ahora todos juntos podemos recolectar mucha más comida!"

Unidos, regresaron al lugar donde habían dejado de recolectar. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que el tiempo pasaba y que no habían cumpliendo con sus metas. "- ¡Oh no!", exclamó Timmy. "- No tenemos suficientes frutas para la fiesta. Si no nos apuramos, Tecla se dará cuenta de la sorpresa y no podremos celebrarle como se merece."

"- ¡Esperen!", dijo el búho. "- Tal vez podríamos hacer una cadena de ayuda. Si cada uno de nosotros recoge un poco más...". Y así fue como los animales ayudaron a los otros, creando una maravillosa red de colaboración.

Finalmente, cuando pensaron que ya no podían recoger más, se sentaron un momento a descasar y decidieron compartir lo que habían logrado. ¡Juntos, habían recogido frutas suficientes para una gran fiesta!"- ¡Nos salió todo mejor de lo que esperaba!", dijo Lucas, satisfecho.

"- ¡Sí! La tortuga Tecla muy feliz se va a poner", agregó Clara.

Esa noche, todos los animales se apresuraron a decorar el claro del bosque. Llenaron mesas con las frutas: moras, nueces, zanahorias y manzanas, y al llegar la tortuga Tecla, la sorprendieron con gritos de alegría.

"- ¡Sorpresa!", gritaron todos al unísono.

"- ¡Oh, qué maravilla!", dijo Tecla, sorprendida y agradecida. "- No sabía qué esperar. Gracias a todos por su esfuerzo y amistad". Y así, con risa y música, celebraron un cumpleaños inolvidable.

Con la luna brillando y el eco de sus risas resonando por el Bosque Mágico, comprendieron que ayudarse mutuamente es lo que realmente hacía del bosque un lugar especial. Y así, la historia de la fiesta de la tortuga Tecla quedó grabada en el corazón de todos, como una recordatorio que la verdad detrás de cada celebración es el amor y la unión entre amigos.

FIN.

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