La fila mágica de la Escuela Arcoíris



Había una vez en la Escuela Primaria "Arcoíris", quince niños muy traviesos que siempre se empujaban y gritaban al formar la fila para entrar a clases.

La maestra Clara, cansada de esta situación, decidió enseñarles el valor del respeto de una manera especial. Un día, cuando los niños estaban por formar la fila, la maestra Clara les dijo: "Hoy vamos a hacer un juego para aprender a respetarnos y formar en orden.

Cada uno deberá pensar en cómo le gustaría ser tratado por los demás y actuar de esa manera". Los niños se miraron entre ellos, algo confundidos pero curiosos por el nuevo desafío. Comenzaron a intentar formar la fila, pero rápidamente volvieron al caos habitual.

Fue entonces cuando Mateo, el niño más tranquilo del grupo, levantó la mano y dijo: "-Maestra Clara, ¿podemos intentarlo de nuevo pero esta vez escuchándonos y esperando nuestro turno?". La maestra sonrió orgullosa y asintió con la cabeza.

Los niños se miraron unos a otros y decidieron seguir el consejo de Mateo. Poco a poco fueron formando una fila ordenada, escuchándose y respetando los espacios de cada uno.

De repente, mientras estaban todos formados en fila frente a la puerta del salón, escucharon un ruido extraño que venía del patio. Era un gato blanco que parecía estar atrapado en un árbol alto. Los niños sintieron compasión por el animalito y quisieron ayudarlo.

Fue entonces cuando Sofía propuso: "-¡Vamos chicos! Podemos organizarnos igual que hicimos con la fila e ir juntos a salvar al gatito". Todos estuvieron de acuerdo y sin dudarlo se organizaron para ayudar al gato.

Con mucha coordinación y respeto lograron salvar al minino entre aplausos y risas emocionadas. La maestra Clara los felicitó diciendo: "-¡Qué orgullosa estoy de ustedes! Han demostrado que con respeto, trabajo en equipo y solidaridad pueden lograr grandes cosas".

Desde ese día en adelante, los quince niños de la Escuela Primaria "Arcoíris" aprendieron que el respeto no solo era importante al formar una fila o tratar con sus compañeros, sino también con todos los seres vivos que los rodeaban.

Y así, juntos vivieron muchas aventuras más donde el valor del respeto siempre los guiaba hacia nuevas experiencias llenas de aprendizaje y amistad.

FIN.

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