La Finca del Abuelo

Cruz era un niño aventurero y soñador. Siempre estaba imaginando nuevas historias y lugares por descubrir. Un día, mientras estaba en la bañera jugando con sus juguetes de animales, decidió que quería irse de aventuras con su familia.

"Mamá, ¿podemos irnos de viaje a algún lugar emocionante?" preguntó Cruz. "¡Claro que sí! Pero primero tenemos que hablarlo con el abuelo" respondió su mamá.

El abuelo tenía una finca en Cafayate, un lugar hermoso lleno de montañas y viñedos. Allí tenían muchos tractores para trabajar la tierra y cuidar las plantaciones. "¡Abuelo! Queremos irnos de aventuras todos juntos ¿te gustaría venir con nosotros a Cafayate?" preguntó Cruz emocionado.

"Por supuesto mi pequeño aventurero ¡Vamos!" dijo el abuelo sonriendo. Así comenzaron la travesía en una tina grande donde se podían acomodar todos los familiares. Fue un viaje divertido lleno de risas y juegos en el agua.

Finalmente llegaron a la finca del abuelo en Cafayate. Cruz estaba fascinado con los tractores gigantes que usaban para trabajar la tierra, así que su abuelo le enseñó cómo manejar uno pequeño.

Le encantaba sentir el viento fresco en su cara mientras conducía por los caminos rurales rodeados de montañas verdes. Un día decidieron explorar las montañas cercanas a la finca. Cruz estaba muy emocionado por esta nueva aventura pero se asustó cuando se encontraron con un río caudaloso que bloqueaba su camino.

"¿Qué vamos a hacer abuelo? ¿Cómo cruzamos el río?" preguntó Cruz preocupado. "No te preocupes mi pequeño, tenemos una idea" dijo el abuelo sonriendo. Así fue como construyeron un puente improvisado con ramas y piedras para poder cruzar el río.

Fue todo un desafío para la familia, pero finalmente lograron superarlo y continuar su aventura. Cruz aprendió muchas cosas nuevas durante ese viaje.

Aprendió sobre la importancia de trabajar en equipo y que siempre hay soluciones creativas para los problemas que puedan surgir en el camino. Además, descubrió lo hermosa que puede ser la naturaleza y cómo cuidarla es responsabilidad de todos. Finalmente, después de muchos días llenos de aventuras, llegó el momento de regresar a casa.

Cruz estaba feliz por todas las experiencias vividas junto a su familia y sabía que nunca olvidaría este viaje lleno de emociones en tina.