La Flor Arcoíris y el Jardín de las Blancas
En un hermoso jardín donde el sol brillaba con alegría, crecían muchas flores blancas. Eran delicadas y blancas como las nubes, pero había una flor que era diferente: era una vibrante y colorida flor arcoíris. Su nombre era Lila.
Lila siempre había soñado con ser tan blanca y elegante como las demás flores, pero en lugar de eso, era el blanco de las burlas.
"- ¿Qué hace una flor de colores en un jardín de flores blancas?" dijo Blanca, la flor más grande.
"- ¡Sí! ¡Deberías ser como nosotras!" se sumó Rima, otra flor blanca.
Lila, al escuchar sus burlas, se sintió muy triste. Se pasaba los días mirando sus pétalos multicolores en el espejo de agua, deseando ser blanca como ellas.
Un día, mientras Lila lloraba por su apariencia, una abeja traviesa llamada Buzzy se acercó.
"- ¿Por qué lloras, pequeña flor?" preguntó Buzzy con curiosidad.
"- Porque soy diferente y nadie me quiere. Las flores blancas se ríen de mí," respondió Lila con un suspiro.
Buzzy se posó en un pétalo de Lila y dijo: "- ¡Eso no puede ser! Ser diferente es lo que te hace especial. Mira, el jardín necesita de todas las clases de flores y abejas. Sin la variedad, no habría colores, no habría diversión."
Lila miró a la abeja y se sintió un poco mejor.
"- Pero, ¿y si nunca encajo aquí?" preguntó con inseguridad.
"- Quizás sea momento de mostrarles a las flores blancas que tu belleza es única. Vamos a hacer un plan", propuso Buzzy.
Lila se sintió intrigada. Juntas idearon un plan para transformar el jardín. Buzzy decidió invitar a sus amigas abejas y juntas comenzarían a polinizar las flores blancas.
Al día siguiente, Lila y Buzzy se pusieron manos a la obra. Invitaron a las abejas y empezaron a recolectar néctar de las flores blancas. Las abejas revoloteaban alrededor del jardín, llenándolo de zumbidos alegres.
"- ¿Qué está pasando?" se preguntaron las flores blancas, curiosas al ver el alboroto.
Las abejas empezaron a pintar las flores blancas con polen de colores, creando combinaciones vibrantes.
"- ¡Miren! ¡Ya no somos solo flores blancas! ¡Ahora somos un jardín lleno de vida!" exclamó Blanca, mirando su nueva apariencia.
Lila sonrió al ver cómo las flores blancas comenzaban a entender lo que significaba la diversidad.
"- ¡Gracias, Buzzy!" dijo Lila con alegría. "- Ahora me siento aceptada, no solo por ser diferente, sino por ayudar a los demás a brillar también."
Las flores blancas dejaron de burlarse y empezaron a celebrar los colores.
"- ¡Viva la diversidad! ¡Lila, eres increíble!" gritó Rima, y todas empezaron a bailar al ritmo del viento.
Desde ese día, el jardín de flores blancas se transformó en un jardín de colores, donde cada flor, blanca o de colores, era celebrada. Todos aprendieron que las diferencias traen belleza y alegría, y que cada uno es especial a su manera.
Lila nunca volvió a sentir tristeza por su colorido. En cambio, se sentía orgullosa de lo que era. Y gracias a su valiente amigo Buzzy, el jardín se llenó de risas y colores, creando un lugar donde todos podía brillar.
FIN.