La flor de las palabras



Había una vez una niña llamada Sofía que vivía en un pequeño pueblo. Desde que nació, Sofía no podía hablar y esto la hacía sentir muy triste.

Aunque intentaba comunicarse con su familia y amigos a través de gestos y miradas, siempre deseaba poder expresarse con palabras. Un día, mientras paseaba por el bosque cerca de su casa, Sofía encontró una flor muy especial.

Era brillante y colorida, diferente a todas las demás flores que había visto antes. Sin pensarlo dos veces, decidió llevarla a su casa.

Al llegar a su hogar, Sofía colocó la flor en un jarrón y se dio cuenta de que algo extraño comenzaba a ocurrir: la flor empezó a brillar intensamente y emitir un suave resplandor. Sorprendida pero emocionada, Sofía se acercó para observarla mejor. De repente, la flor habló: "Sofía, tengo el poder de otorgarte el don de la voz".

La niña quedó asombrada al escuchar aquellas palabras saliendo de una simple flor. Sin dudarlo ni un segundo, aceptó el regalo sin saber qué le esperaba. Al instante siguiente, Sofía notó cómo sus cuerdas vocales cobraban vida y pudo pronunciar palabras por primera vez en su vida.

Estaba tan feliz que corrió hacia su madre para contarle todo lo ocurrido. "- Mamá ¡puedo hablar! ¡La flor me dio este maravilloso regalo!", exclamó emocionada Sofía.

Su madre no podía creerlo y abrazando fuertemente a su hija respondió: "- Oh mi amor, estoy tan orgullosa de ti". Desde aquel día, Sofía no dejó de hablar. Se convirtió en la niña más comunicativa y alegre del pueblo.

Compartía historias con sus amigos, hablaba con los animales del bosque y ayudaba a su comunidad siempre que podía. Un día, mientras caminaba por el mercado del pueblo, Sofía escuchó una conversación entre dos personas.

Hablaban sobre un famoso concurso de cuentos que se celebraría pronto en la ciudad vecina. El premio era una beca para estudiar en la mejor escuela de escritura del país. Sofía sabía que esta era su oportunidad para demostrar su talento y compartir sus historias con el mundo.

Sin perder tiempo, decidió participar en el concurso y comenzó a escribir un cuento mágico inspirado en su experiencia con la flor.

Dedicó muchas horas a perfeccionarlo y cuando finalmente terminó, lo envió al jurado del concurso junto con miles de otros cuentos maravillosos. Pasaron semanas hasta que llegó el esperado día de anunciar al ganador. Todos los niños estaban reunidos frente al escenario donde se leerían los nombres de los seleccionados. "- Y ahora, el primer lugar es para...

¡Sofía!", anunciaron emocionados desde el escenario. La niña no podía creerlo. Su sueño se había hecho realidad. Subió al escenario temblando pero feliz y recibió su premio: la beca para estudiar escritura en la prestigiosa escuela.

A partir de ese momento, Sofía siguió escribiendo cuentos fantásticos e inspiradores que encantaban a las personas de todas las edades. Su voz se volvió tan poderosa que podía llegar a los corazones de todos.

Sofía entendió que, aunque no pudiera hablar al principio, siempre tenía una historia hermosa y valiosa para contar. Y así, la niña que no podía hablar se convirtió en una gran escritora y su voz fue escuchada por todo el mundo.

FIN.

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