La flor del campo

En un pequeño pueblo rodeado de campos de flores vivía una niña llamada Martina. Martina era una niña amable, cariñosa y trabajadora, pero desafortunadamente su madrastra, doña Beatriz, no la trataba con gentileza.

Todos los días, doña Beatriz hacía que Martina realizara todas las tareas del hogar, mientras sus propias hijas descansaban. Martina se sentía triste y desanimada por el maltrato al que era sometida.

Un día, Martina conoció a una hada del campo, quien le entregó una semilla especial y le dijo: "Planta esta semilla con amor y cuidado, y verás cómo crecerá algo hermoso". Martina siguió las instrucciones del hada y cuidó la semilla todos los días, a pesar de las burlas de su madrastra y hermanastras.

Finalmente, la semilla creció y se convirtió en una hermosa flor. El hada regresó y le dijo a Martina: "Has demostrado que el amor y la bondad siempre traen belleza y felicidad. Tu corazón noble ha hecho florecer algo increíble".

Desde ese día, doña Beatriz y sus hijas se dieron cuenta de lo cruel que habían sido con Martina. Aprendieron a valorarla como se merecía.

Martina enseñó a todos que la bondad y la perseverancia siempre triunfan sobre el maltrato y la injusticia. Y así, Martina se convirtió en un ejemplo de valentía y amor en su pueblo.