La flor dorada del bosque



En un bosque lejano, vivían tres grandes amigos: Lila la liebre, Tito el tigre y Paco el pajarito. Siempre estaban juntos, disfrutando de grandes aventuras y ayudándose mutuamente.

Un día soleado, mientras paseaba por un claro del bosque, Lila encontró algo brillante entre la hierba. Se acercó y, para su sorpresa, vio que se trataba de una hermosa flor dorada. Su resplandor era tan intenso que iluminaba todo a su alrededor. Lila, emocionada, decidió llevarla a su casa.

En el camino, se encontró con Tito, quien estaba buscando su comida.

"¡Hola, Lila! ¿Qué has encontrado?" - preguntó Tito, acercándose a la flor.

"Mirá, Tito, encontré esta flor dorada. ¡Es espectacular!" - respondió Lila, sonriendo de oreja a oreja.

"¿Dónde la encontraste?" - inquirió Tito, con curiosidad.

"En el claro, entre la hierba. Quiero llevarla a casa, pero no sé si estará bien que la corte de donde está." - dijo Lila pensativa.

Tito la miró y le dijo: "Tal vez deberíamos preguntar a Paco. Él siempre sabe qué hacer."

El trío decidió encontrarse con Paco. Al llegar a una rama baja donde Paco estaba cantando, Lila le mostró la flor.

"¡Mirá lo que encontré, Paco!" - exclamó Lila.

"¡Wow! Es hermosa. Pero, Lila, ¿estás segura de que deberías cortarla?" - preguntó Paco, con una mirada preocupada.

"Es solo una flor, ¿qué puede pasar?" - contestó Lila sin pensar.

Paco, conocedor de los secretos del bosque, le explicó: "Las flores son importantes para el medio ambiente. Atraen a los insectos y son parte del ecosistema. Si la cortás, podrías afectar a otros animales."

Lila comenzó a entender. "Tienes razón, Paco. No había pensado en eso."

Tito, que siempre estaba dispuesto a ayudar, propuso: "¿Por qué no hacemos algo mejor? Podemos buscar flores que crecen a nuestro alrededor y hacer un ramo sin dañar ninguna planta. ¡Así podemos disfrutar de su belleza sin lastimar al bosque!"

Entusiasmados con la idea, los tres amigos comenzaron a recoger flores de distintos colores y formas, creando un hermoso ramo que esperaba ser colocado en la cueva de Lila.

Mientras recolectaban, de repente, escucharon un crujido. Al darse vuelta, vieron una sombra que se acercaba. Era un grupo de animales del bosque, liderados por un viejo búho.

"¿Qué hacen aquí, pequeños?" - preguntó el búho.

Lila, Tito y Paco le contaron sobre la flor dorada y su decisión de no cortarla.

"Es un gran acto de sabiduría, joven liebre. El bosque necesita que cuidemos de sus riquezas. Cuando respetamos la naturaleza, ella nos devuelve el favor en muchas formas." - dijo el búho con voz profunda.

Los animales comenzaron a aplaudir.

"¡Bravo! ¡Lila ha tomado una buena decisión!" - dijo un ciervo.

Al final, Lila sintió una gran satisfacción.

"Gracias a ustedes, entendí lo importante que es cuidar de nuestros amigos del bosque. Juntos podemos hacer una diferencia."

Con el ramo de flores en sus patas, decidieron llevarlo a la cueva de Lila, donde lo colocarían en el centro como símbolo de amistad y respeto por la naturaleza.

Esa tarde, Lila, Tito y Paco organizaron una pequeña fiesta con varios amigos del bosque, celebrando la belleza de la naturaleza y la importancia de cuidar de su hogar. La flor dorada, aunque no estaba con ellos, seguía resplandeciendo en el claro, recordándoles siempre que los verdaderos tesoros son los que cuidamos.

Y así, en el bosque lejano, Lila, Tito y Paco aprendieron a valorar la amistad y la naturaleza, viviendo felices y protegiendo su hogar, un día a la vez.

FIN.

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