La Flor Ternura y Sus Cuatro Estaciones



Érase una vez, en un hermoso jardín lleno de vida, una flor especial llamada Ternura. Ternura era una flor de colores brillantes: sus pétalos eran de un amarillo radiante, con toques de rosa y violetas. Ella se despertaba cada mañana con el sol y soñaba con las aventuras que viviría en su jardín.

Con la llegada de la primavera, Ternura se llenó de felicidad, ya que era la época en la que todos los seres del jardín florecían.

"¡Miren, ya llegó la primavera!" - exclamó Ternura a sus amigos, las mariposas.

"¡Sí, es tiempo de bailar entre las flores!" - dijo una mariposa de colores.

Ternura comenzó a crecer aún más, y al llegar el verano, no pudo evitar sentirse un poco cansada por el calor del sol. Ella observó cómo la lluvia se hacía rara y los días parecían más largos.

"¡Ay, qué calor!" - se quejaba Ternura mientras se movía ligeramente con el viento.

"No te preocupes, Ternura. ¡La lluvia volverá pronto!" - le respondió una nube que paseaba junto a ella.

Finalmente, llegó el otoño. Ternura observó cómo las hojas de los árboles comenzaban a cambiar de color, y las hojas caían suavemente al suelo.

"¡Miren, qué lindo es el otoño!" - gritó Ternura.

"Es cierto, Ternura, ¡las hojas están haciendo una alfombra!" - le comentó una hormiga que pasaba.

Pero con el paso del tiempo, Ternura sintió que sus pétalos empezaban a marchitarse. Se preocupó al ver que todo a su alrededor se iba preparando para el invierno.

"Me estoy sintiendo un poco triste. ¿Acaso me estoy despidiendo de este jardín?" - preguntó Ternura con dulzura.

"No, querida flor. El invierno es sólo un momento de descansar. Te encontrarás en un nuevo ciclo muy pronto." - respondió un viejo árbol que había visto muchas estaciones.

Llegó el invierno y Ternura se cubrió con una fina capa de nieve. Mientras los demás se escondían del frío, ella se sentía tranquila, esperando el calor del sol nuevamente.

"Los inviernos son fríos, pero son parte del ciclo de la vida", dijo el árbol.

Con cada día que pasaba, Ternura soñaba con lo que pasaría cuando la primavera regresara. En su sueño, los bonitos colores de sus pétalos volvían a brillar, y miles de mariposas iban a bailar a su alrededor.

"Pronto volveré a verlos, estoy segura de eso".

El tiempo pasó, los días comenzaron a alargarse y, finalmente, un hermoso día de sol llegó. Ternura despertó de su sueño y sintió el sol acariciar sus pétalos.

"¡Primavera! Estoy de vuelta!" - gritó emocionada.

"¡Sí! ¡Es hora de florecer!" - respondieron las mariposas en coro, danzando alrededor de ella.

Y así, Ternura floreció una vez más, recordando el valioso consejo del viejo árbol. Aprendió que cada estación trae algo especial y que, aunque a veces hay momentos difíciles, siempre hay un nuevo comienzo esperando.

"Gracias, viejito árbol. Hoy sé que con cada estación hay una nueva oportunidad para crecer y brillar" - dijo Ternura, sonriendo.

Desde ese día, Ternura siempre compartía su historia con todas las flores nuevas que llegaban al jardín, para que nunca olvidaran la belleza de cada estación y la importancia de la paciencia y la esperanza.

Y así, con el paso de las estaciones, Ternura siguió floreciendo, bailando y llenando de alegría el jardín que tanto amaba.

Fin.

FIN.

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