La Fortaleza de Amor



Había una vez una niña llamada Alexandra que vivía en un pequeño pueblo.

Era una niña alegre y divertida, pero tenía un problema: no podía olvidar a Daniel, un chico con el que había salido y que le había roto el corazón. Alexandra se encontraba triste y confundida. No entendía cómo alguien podía hacerle daño de esa manera. Pasaba los días pensando en él, recordando todos los momentos felices que habían compartido juntos.

Un día, mientras caminaba por el parque del pueblo, Alexandra vio a un grupo de niños jugando. Se acercó para ver qué estaban haciendo y se dio cuenta de que estaban construyendo un castillo de arena.

Intrigada por la diversión de los niños, Alexandra decidió ayudarles. Juntos, construyeron el castillo más grande y hermoso que jamás se haya visto en el pueblo. Los niños reían y disfrutaban cada momento. De repente, apareció Dani en el parque con su nueva novia.

A Alexandra le dolió verlo allí con otra persona, pero decidió no dejar que eso arruinara su día. Siguió jugando con los niños y disfrutando del momento presente. "Hola Alexandra", saludó Dani tímidamente.

"Hola Dani", respondió ella sin mostrar resentimiento. "Lamento mucho haber terminado contigo de esa manera", dijo Dani arrepentido. "Yo también lo lamento", suspiró Alexandra. "Me di cuenta de lo especial que eras cuando empecé a salir con esta chica", continuó Dani.

"¿En serio?", preguntó Alexandra sorprendida. Dani asintió. "Sí, me di cuenta de que nadie puede llenar el vacío que dejaste en mi corazón. Me di cuenta de lo mucho que te extraño y de lo tonto que fui al perderte".

Alexandra sonrió, sintiendo un poco de alivio en su corazón. Aunque aún sentía algo por Dani, sabía que era importante aprender a perdonar y seguir adelante. "Gracias por decir eso", dijo Alexandra. "Lo siento mucho por haberte lastimado", se disculpó Dani sinceramente.

Los niños, que habían estado escuchando la conversación entre Alexandra y Dani, se acercaron a ellos. "¿Podemos jugar todos juntos?", preguntó uno de los niños emocionado. Tanto Alexandra como Dani asintieron con una sonrisa.

A partir de ese día, Alexandra decidió centrarse en el presente y disfrutar del tiempo con sus nuevos amigos. Aprendió a perdonar a Dani y a sí misma por los errores del pasado. Con el tiempo, Alexandra encontró el amor nuevamente.

Esta vez fue con alguien que realmente la valoraba y la amaba tal como era. Se dio cuenta de que había aprendido una valiosa lección: nunca debemos aferrarnos al pasado ni dejar que nos impida encontrar la felicidad en el presente.

Y así, Alexandra vivió felizmente rodeada de amigos verdaderos y un nuevo amor mientras recordaba con cariño las lecciones aprendidas junto a Daniel. Fin

FIN.

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