La fortaleza de Lola


Había una vez en la selva africana, un elefante llamado Tumbo que era conocido por ser el más fuerte y valiente de todos.

Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con una jirafa llamada Lola que estaba llorando desconsoladamente. "¿Qué te pasa, Lola? ¿Por qué estás tan triste?", preguntó Tumbo con preocupación. "Oh, Tumbo. Estoy tan cansada de ser la jirafa más alta del bosque.

Todos se burlan de mí y me siento muy sola", respondió Lola entre sollozos. Tumbo sintió mucha compasión por su amiga y decidió ayudarla a encontrar su verdadera fortaleza.

Juntos emprendieron un viaje por la selva en busca del sabio mono Rafiki, quien según las leyendas, poseía la sabiduría para ayudar a quienes lo necesitaran. Después de días de aventuras y obstáculos en el camino, finalmente llegaron al árbol donde vivía Rafiki.

El sabio mono los recibió con una sonrisa y les dijo:"Para descubrir tu verdadera fortaleza, debes aprender a valorarte a ti misma, Lola. No importa lo que digan los demás, lo importante es cómo te sientes contigo misma".

Lola reflexionó sobre las palabras de Rafiki y poco a poco comenzó a cambiar su forma de verse a sí misma. Se dio cuenta de que ser diferente no era algo malo, sino todo lo contrario: era lo que la hacía única y especial.

Con el apoyo de Tumbo y Rafiki, Lola empezó a ganar confianza en sí misma y descubrió que su altura no era un defecto, sino una cualidad extraordinaria que le permitía ver más allá que los demás animales del bosque.

Desde ese día en adelante, Lola ya no se sentía triste ni sola. Había encontrado su verdadera fortaleza en aceptarse tal como era y en valorar sus diferencias como algo único e increíble.

Y así, Tumbo, Lola y Rafiki siguieron siendo grandes amigos y vivieron muchas aventuras juntos en la selva africana; demostrando siempre que la verdadera fortaleza reside en aceptarnos tal como somos y valorar nuestras diferencias como algo maravilloso.

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