La foto que cambió todo

Laura se despertó temprano y saltó de la cama con energía. Hoy era un día especial, su mamá le había prometido una sorpresa muy emocionante. Laura no podía esperar a descubrir qué era.

Después del desayuno, Camila llamó a Laura para hablar con ella en privado. Laura se sentó frente a su mamá, ansiosa por saber cuál era la sorpresa. "Laura, hoy quiero contarte un gran secreto," dijo Camila con voz seria pero cariñosa.

"¡Un secreto! ¡Qué emoción!" exclamó Laura sin poder contener su entusiasmo. "Sí, es un secreto muy importante que debes guardar solo para ti", continuó Camila mientras tomaba las manos de su hija. Laura asintió solemnemente, lista para escuchar lo que fuera.

"Mira hija", comenzó Camila mientras sacaba una foto antigua de una caja en el armario. "Esta es una foto mía cuando yo tenía tu edad".

Laura miró la foto con curiosidad y vio a una niña sonriente con el cabello largo y oscuro como el suyo. Pero algo parecía diferente en esa imagen...

¿Por qué la niña estaba vestida como un niño? Camila notó la confusión en los ojos de Laura y decidió explicarle todo lo que significaba esa imagen. "Hija, ese soy yo cuando era pequeña". -dijo Camila mientras señalaba ala fotografía-. "En aquel entonces me identificaba como un niño porque me gustaban cosas que normalmente no les gustan a las niñas".

Laura frunció el ceño intentando entender lo que su mamá le estaba diciendo. "¿Qué cosas?", preguntó con curiosidad. "Me gustaba jugar fútbol, subir a los árboles y usar ropa de niños.

Pero en ese tiempo no era común que las niñas hicieran esas cosas", explicó Camila con una sonrisa nostálgica en el rostro. Laura se quedó pensando por un momento, tratando de imaginar cómo sería sentirse diferente a los demás.

Pero antes de poder decir algo, su mamá continuó hablando:"La verdad es que yo tardé mucho tiempo en entender quién era realmente y qué quería hacer con mi vida. Pero cuando finalmente me di cuenta de que podía ser quien quisiera ser, todo cambió para mí.

"Laura asintió lentamente mientras meditaba sobre las palabras de su madre. Aunque no entendía del todo lo que significaba identificarse como un niño o una niña, sabía que su mamá había pasado por momentos difíciles al respecto. "Y la sorpresa es...

", dijo Laura interrumpiendo el silencio.

Camila rió cariñosamente ante la impaciencia de su hija y decidió revelar la sorpresa finalmente:"La sorpresa es que hoy vamos a ir a una marcha donde muchas personas se reúnen para celebrar la diversidad y luchar contra el odio y la discriminación". Laura abrió los ojos emocionada al escuchar esto. Nunca había ido a una marcha antes pero sabía lo importante que era apoyar a todas las personas sin importar sus diferencias.

Juntas se prepararon para salir hacia la marcha, emocionadas por el día lleno de aventuras que les esperaba. Laura se sintió agradecida por haber aprendido sobre la importancia de ser quien uno es y amar sin prejuicios.

La sorpresa de Camila había sido mucho más grande de lo que ella imaginó, pero había dejado una huella profunda en el corazón de su hija.

A partir de ese día, Laura sabía que podía ser ella misma siempre y apoyar a todas las personas en su camino hacia la felicidad.