La fuerza de Dino



Había una vez un pequeño dinosaurio llamado Dino que tenía un gran problema: no podía hacer caca.

A pesar de haber intentado todo lo que estaba a su alcance, nada parecía funcionar y esto lo hacía sentir muy triste y desanimado. Un día, mientras caminaba por el bosque, Dino se encontró con su amigo Trico, un pterodáctilo muy sabio y amable. Al ver la tristeza en los ojos de Dino, Trico le preguntó qué le pasaba.

"Hola Dino, ¿qué te tiene tan preocupado?""Hola Trico, no puedo hacer caca y me siento muy mal al respecto", respondió Dino con lágrimas en los ojos.

Trico miró a Dino con ternura y le dijo:"No te preocupes amigo, yo sé cómo ayudarte. Lo primero que debes hacer es relajarte y no pensar tanto en eso". Dino asintió con la cabeza pero todavía se sentía muy frustrado. Sin embargo, decidió seguir el consejo de su amigo.

Los días pasaron y aunque Dino seguía sin poder hacer caca, empezó a distraerse haciendo otras cosas como jugar con sus amigos del bosque y explorar lugares nuevos.

Poco a poco fue olvidando su problema e incluso se dio cuenta de que podía ser feliz sin tener que hacer caca todos los días. Un día mientras jugaba con sus amigos del bosque escucharon unos ruidos extraños provenientes del río cercano. Todos corrieron para ver qué era lo que estaba pasando.

Allí encontraron una gran inundación que había arrastrado varios árboles grandes hacia el río. Los animales del bosque no sabían qué hacer, estaban asustados y no encontraban una solución.

Dino recordó el consejo de su amigo Trico y decidió relajarse para pensar en una solución. De repente se le ocurrió que podía utilizar su fuerza para empujar los árboles hacia la orilla del río y así evitar que siguieran dañando el bosque.

Con mucho esfuerzo Dino logró empujar los árboles hacia la orilla del río mientras sus amigos lo observaban con admiración. Finalmente, después de tanto tiempo sin poder hacer caca, Dino había encontrado otra manera de ser útil y feliz.

"¡Increíble Dino! ¡Eres muy fuerte!", exclamaron sus amigos al ver lo que había hecho. "Gracias por ayudarnos a salvar nuestro hogar", dijo Trico con una sonrisa en su rostro.

Dino se sintió muy orgulloso de sí mismo, sabía que aunque todavía no pudiera hacer caca eso no definía quién era él como dinosaurio. Había descubierto su verdadera fuerza interior y eso era mucho más valioso que cualquier otra cosa.

A partir de ese día, Dino continuó explorando el mundo y descubriendo nuevas maneras de ser útil a pesar de su problema físico. Y aunque nunca llegó a resolverlo completamente, aprendió a aceptarse tal como era y a encontrar la felicidad en las cosas simples de la vida.

FIN.

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