La fuerza de la amistad
Había una vez en la selva un león llamado León y un ratón llamado Ratón. A pesar de ser tan diferentes, eran grandes amigos y siempre se cuidaban el uno al otro.
Un día, mientras paseaban por la selva, Ratón vio a un grupo de animales corriendo asustados. Al acercarse, descubrieron que había una trampa para capturarlos. Sin pensarlo dos veces, León decidió ayudar a los demás animales a salir de allí.
Con su gran fuerza, León logró abrir las puertas de la trampa y todos los animales pudieron escapar. Estaban muy agradecidos con él y lo felicitaron por su valentía. Pero en medio del caos, Ratón quedó atrapado debajo de una roca gigante.
Por más que intentaba liberarse, no podía moverla ni pedir ayuda. León se dio cuenta de lo que estaba pasando y rápidamente fue hacia donde estaba Ratón.
Al verlo atrapado bajo la roca, León sabía que no podría moverla por sí solo. Entonces pensó en algo: "Si yo tengo fuerza física pero no puedo mover esta roca, tal vez alguien más pueda hacerlo". León salió corriendo por la selva buscando ayuda.
Se encontró con Elefante y le explicó lo que había pasado con Ratón. Elefante accedió a ayudar e inmediatamente fueron hasta donde estaba el pequeño ratoncito atrapado bajo la roca gigante. Elefante utilizó su gran trompa para levantarla mientras León sostenía aliviadamente a Ratón entre sus patas.
Ratón estaba muy agradecido con ambos por salvarlo. Se dio cuenta de que todos somos importantes y únicos, sin importar nuestro tamaño o fuerza.
A partir de ese momento, Ratón decidió siempre estar dispuesto a ayudar a los demás, sin importar cuán pequeño se sintiera. León y Ratón siguieron siendo amigos inseparables en la selva.
Juntos aprendieron que la verdadera valentía no solo se encuentra en la fuerza física, sino también en el coraje para pedir ayuda y apoyarse mutuamente. Desde entonces, León y Ratón se convirtieron en un gran ejemplo para todos los animales de la selva. Aprendieron que juntos pueden enfrentar cualquier desafío y hacer del mundo un lugar mejor.
Y así vivieron felices compartiendo aventuras, demostrando que incluso las amistades más improbables pueden llegar a ser las más fuertes y duraderas.
FIN.