La fuerza de la unión
Había una vez una familia muy especial que vivía en medio de un frondoso bosque.
La familia estaba compuesta por mamá Ardilla, papá Zorro, los hermanitos Conejo y Mapache, y todos los demás animales del bosque que consideraban a esta familia como sus amigos y protectores. Un día, mientras todos disfrutaban de un soleado picnic en el claro del bosque, escucharon un fuerte rugido proveniente de lo profundo del bosque.
Todos se miraron preocupados, sabían que ese rugido pertenecía al temible oso Grunón, quien era conocido por ser malhumorado y asustar a todos los habitantes del bosque. "¡Oh no! ¡Es el oso Grunón!" -exclamó papá Zorro con preocupación.
Los animales comenzaron a correr en todas direcciones buscando refugio mientras el rugido se hacía cada vez más fuerte. Pero la valiente mamá Ardilla tuvo una idea. "¡Debemos enfrentar nuestros miedos juntos! ¡Si nos mantenemos unidos, podemos lograr cualquier cosa!" -dijo con determinación.
La familia se reunió en círculo y se tomaron de las manos. Entonces, salieron al encuentro del oso Grunón. Cuando lo encontraron, vieron que no era tan temible como pensaban. El oso Grunón tenía una pata lastimada y necesitaba ayuda.
Mamá Ardilla se acercó con cuidado al oso Grunón y le preguntó qué le sucedía. El oso explicó que había caído en una trampa para osos y no podía salir de allí solo. La valiente familia decidió ayudarlo.
Entre todos empujaron la trampa hasta liberar al oso Grunón. Este les agradeció conmovido y prometió ser más amable con los demás animales a partir de ese momento.
Desde entonces, el oso Grunón se convirtió en amigo de la familia e incluso los ayudaba a proteger el bosque cuando era necesario. Mamá Ardilla enseñó a todos que nunca hay que juzgar a alguien por su apariencia exterior, ya que siempre hay bondad en cada corazón si sabemos buscarla.
Y así, la valiente familia demostró que enfrentando juntos sus miedos podían lograr grandes cosas y hacer del bosque un lugar mejor para todos sus habitantes.
FIN.