La Galleta que Quería Volar



En un pequeño pueblo llamado Dulcevilla, existía una fábrica de galletas llamada "Dulce Sueño". Sus galletas eran famosas por su sabor casero y tradicional, pero sus ventas comenzaban a estancarse.

Los jóvenes preferían snacks más modernos y llamativos, y Dulce Sueño se veía en apuros para mantener su negocio. Entre todas las galletas de la fábrica, había una especial llamada Tita.

Tita era una galleta muy curiosa que siempre soñaba con volar alto, pero se sentía atrapada en la bandeja de galletas. Un día, mientras el aroma de vainilla y canela inundaba la fábrica, Tita escuchó a unas palomas hablar sobre el concurso anual de cometas que se celebraría en el pueblo. Estaba emocionada.

"¡Oh, qué emocionante! ¡Quiero volar alto como una cometa!" exclamó Tita. Las demás galletas se rieron de ella. "Tita, ¿cómo crees que una galleta puede volar? Eso es imposible", dijo Chocolate, la galleta más grande y fuerte de la bandeja.

Pero Tita no se desanimó, y con la ayuda de una abejita llamada Margarita, confeccionó un par de alas con envoltorio de caramelo. Con esfuerzo y determinación, Tita logró alzar el vuelo y participar en el concurso.

A medida que Tita volaba entre las cometas, los habitantes del pueblo se sorprendían y aplaudían. Su valentía y creatividad inspiraron a todos. Aunque no ganó el concurso, Tita se convirtió en un símbolo de inspiración y perseverancia en Dulcevilla.

Pronto, la noticia de la galleta que quería volar se extendió por el pueblo, atrayendo la atención de los medios y los clientes. La fábrica "Dulce Sueño" experimentó un aumento en sus ventas, y las galletas tradicionales volvieron a ser apreciadas por todos.

Tita entendió que, aunque no podía volar como las aves, su espíritu podía elevarse mediante la determinación y la creatividad. Desde ese día, cada galleta en la bandeja se sintió especial, sabiendo que, con esfuerzo y valentía, podían alcanzar sus sueños.

Y Tita siempre recordó que, a veces, la verdadera magia sucede cuando desafiamos las expectativas y volamos más alto de lo que creemos posible.

FIN.

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