La gallina que puso demasiados huevos
En un tranquilo y colorido granjero llamado Tomás, había una gallina muy especial llamada Carlota. Carlota era conocida en toda la granja por poner más huevos que cualquier otra gallina.
Todos los días, sin falta, Carlota dejaba un montón de huevos en su nido. Esto hacía que Tomás y los demás animales de la granja se sorprendieran y pusieran muy contentos, ya que siempre tenían huevos frescos para comer.—¿Cómo hace Carlota para poner tantos huevos? —se preguntaban los demás animales.
Ellos le preguntaban a Carlota, pero ella simplemente respondía con una sonrisa misteriosa. Un día, Tomás decidió llevar a la feria agrícola los huevos de Carlota para mostrar al público lo increíble que era su gallina.
Todos estaban asombrados al ver la cantidad de huevos que Carlota producía. Sin embargo, un hombre malvado llamado Don Óscar que estaba en la feria escuchó sobre Carlota y sus huevos.
Don Óscar era dueño de una fábrica de huevos y no le gustaba que una simple gallina pusiera más huevos que toda su fábrica. Él decidió robar a Carlota para llevarla a su fábrica y usarla como ejemplo para sus gallinas.—¡Necesito
esa gallina para mi fábrica! —exclamó Don Óscar, y rápidamente ideó un plan. Una noche, mientras todos dormían, Don Óscar se coló en la granja de Tomás y se llevó a Carlota. A la mañana siguiente, cuando Tomás descubrió que su gallina había desaparecido, se puso muy triste.
Decidió ir en busca de Carlota y recorrer todos los rincones posibles. Después de recorrer varios kilómetros, Tomás finalmente llegó a la fábrica de Don Óscar. —¡Devuélveme a mi gallina! —exigió Tomás.
Don Óscar, al ver a Tomás, se puso nervioso y escondió a Carlota. Pero Tomás, con la ayuda de los demás animales de la granja, logró rescatar a Carlota y llevarla de regreso a casa.
Desde ese día, Carlota siguió poniendo muchos huevos, pero esta vez bajo la protección de Tomás y los demás animales. Todos vivieron felices sabiendo que habían protegido a Carlota del malvado Don Óscar.
FIN.