La gallina que quería aprender a andar en bicicleta


Había una vez en un tranquilo pueblo de la campiña argentina, una gallina llamada Rosita. A diferencia de las otras gallinas, Rosita tenía un sueño muy particular: quería aprender a andar en bicicleta.

Todos en el corral se burlaban de ella y le decían que las gallinas no saben andar en bicicleta, pero Rosita no se dejaba desanimar. Decidió buscar ayuda y se acercó al granjero Juan, quien solía cuidar de todas las gallinas.

"Señor Juan, ¿me podría enseñar a andar en bicicleta?", preguntó Rosita con entusiasmo. El granjero quedó sorprendido, pero al ver la determinación de la gallina, decidió ayudarla.

Así que, cada día después de atender los cultivos, el granjero Juan le dedicaba tiempo a enseñarle a Rosita los conceptos básicos de equilibrio y pedaleo. Rosita practicaba con empeño, a pesar de las risas de las otras gallinas. Un día, Rosita logró mantener el equilibrio y pedalear por sí misma.

Estaba tan emocionada que decidió mostrarle a todas las demás gallinas. Al ver a Rosita andando en bicicleta, las otras gallinas se quedaron boquiabiertas. Pronto, todas querían aprender. El granjero Juan les enseñó a todas, y juntas disfrutaban de paseos en bicicleta por toda la campiña.

Rosita demostró que con determinación y esfuerzo, se pueden lograr los sueños más inesperados, y enseñó a sus amigas que no hay límites para lo que pueden lograr.

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