La gallina que viajaba por el espacio
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Gallinolandia, una gallina llamada Ramona. Ramona era una gallina muy curiosa, y siempre soñaba con explorar nuevos lugares.
Un día, mientras picoteaba maíz en el patio de la granja, Ramona vio algo brillante en el cielo. Era una nave espacial que descendía lentamente hacia el campo. Ramona, asombrada, se acercó a la nave y una voz salió de un altavoz. "¿Hola? ¿Hay alguien ahí?", preguntó la voz.
Ramona, un poco asustada pero muy valiente, respondió: "Soy Ramona, la gallina. ¿Quién eres tú?". La compuerta de la nave se abrió y de ella salió un astronauta muy simpático. "Hola, Ramona. Soy el astronauta Pablo.
Vengo desde el espacio exterior y necesito tu ayuda para encontrar un mineral especial que solo las gallinas pueden detectar con su agudo olfato.", explicó Pablo emocionado. Ramona, sin dudarlo un segundo, decidió unirse a la aventura. Juntos abordaron la nave espacial y despegaron hacia las estrellas.
Durante el viaje, Ramona y Pablo se encontraron con planetas increíbles, conocieron especies de otros mundos y vivieron emocionantes aventuras. Pero, justo cuando estaban a punto de encontrar el mineral, apareció un asteroide que amenazaba con chocar contra ellos.
"¡Oh no, estamos en peligro!", exclamó Ramona, preocupada. Pero con astucia y valentía, lograron evadir el asteroide y finalmente encontraron el preciado mineral. Pablo agradeció a Ramona por su valentía y juntos regresaron a la Tierra.
Cuando aterrizaron, la gente del pueblo recibió a Ramona como una heroína. Desde ese día, Ramona se convirtió en la gallina más famosa de Gallinolandia, y cada vez que miraba al cielo, sabía que las aventuras en el espacio la estaban esperando.
FIN.