La Gata de la Nieve

Había una vez una gata llamada Gata que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Gata era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras exploraba por el bosque, se encontró con unos copos de nieve que caían del cielo. "-¡Oh, qué maravilla! ¡Nieve!" exclamó Gata emocionada. Gata nunca había visto la nieve antes y quedó fascinada por su belleza blanca y brillante.

Decidió llevar algunos copos a su casa para mostrarle a sus amigos del garito. Los garitos eran los otros animales del pueblo que se reunían en un lugar especial para jugar y divertirse juntos. Cuando llegó al garito, todos los animales quedaron asombrados al ver la nieve.

Era algo completamente nuevo para ellos también. Pero entonces, el conejo Cachetes preguntó preocupado:"-¿Qué vamos a hacer ahora? La nieve está cubriendo todo nuestro espacio de juegos".

Todos los animales comenzaron a pensar en soluciones para poder seguir divirtiéndose juntos. Fue entonces cuando Gata tuvo una idea genial. "-¡Podemos construir un muñeco de nieve!" propuso entusiasmada. Los demás animales estuvieron de acuerdo y empezaron a buscar ramas y piedras para darle vida al muñeco.

Trabajaron todos juntos hasta que finalmente terminaron su creación: un hermoso muñeco de nieve con una gran sonrisa en su rostro. El muñeco fue bautizado como Nieve, ya que estaba hecho completamente de ese material mágico.

A partir de ese momento, Nieve se convirtió en el guardián del garito y siempre estaba dispuesto a jugar con los animales. Pero la diversión no duró mucho tiempo. La nieve comenzó a derretirse y el sol regresó al pueblo.

Los animales estaban tristes porque pensaban que nunca más podrían disfrutar de la nieve juntos. Sin embargo, Gata no se rindió tan fácilmente. Recordó que había escuchado sobre una montaña muy alta donde siempre nevaba.

Decidió emprender un viaje para encontrarla y llevar la nieve de regreso al garito. Gata caminó durante días hasta llegar a lo alto de la montaña. Allí encontró un lugar mágico lleno de árboles cubiertos de nieve brillante.

Con mucha paciencia, Gata recolectó todos los copos posibles en su mochila y regresó al pueblo. Cuando llegó al garito, todos los animales quedaron boquiabiertos al verla con tanta nieve.

Fue entonces cuando Gata les contó sobre su aventura y cómo había traído la nieve desde lo alto de la montaña. Desde ese día, el garito se convirtió en un lugar especial donde los animales podían disfrutar de la nieve sin tener que salir del pueblo.

Construyeron pistas para deslizarse en trineo, hicieron guerras de bolas de nieve y construyeron iglús para refugiarse del frío. Gata demostró que con esfuerzo y determinación se pueden lograr cosas increíbles.

Además, enseñó a sus amigos del garito que nunca hay que rendirse ante las dificultades, siempre hay una solución si trabajamos juntos. Y así, Gata y los demás animales disfrutaron de la nieve en su garito durante mucho tiempo.

Cada invierno, Gata volvía a subir a la montaña para traer más nieve fresca y seguir creando momentos mágicos junto a sus amigos. Fin.