La Gatita Generosa



Había una vez, en un pequeño barrio, una gatita llamada Gelatina. Ella vivía con su dueño, Pablo, quien le daba todo el amor y cuidado que una gatita podría desear. Gelatina tenía una suave piel de color gris y unos ojos amarillos que brillaban como dos estrellas en la noche. Cada día, Pablo le llenaba su plato con las mejores comidas, desde croquetas crujientes hasta latas de su comida favorita. Gelatina era muy feliz, pero un día, mientras exploraba el jardín, escuchó un suave maullido.

- ¡Ayuda! ¡Ayuda! - gritaba una voz pequeña. Gelatina se acercó y vio a una gatita del vecino, que se llamaba Gatita, asomándose detrás de un arbusto. Gatita era de un color naranja claro y lucía muy flaca.

- Hola, soy Gelatina - dijo la gatita generosa con una sonrisa. - ¿Por qué te ves tan triste?

- Hola, Gelatina. Soy Gatita - respondió su nueva amiga con voz temblorosa. - No tengo suficiente comida para comer. Mis dueños no me dan nada.

Gelatina se sintió triste al escuchar eso. Ella tenía tanta comida en casa y no podía imaginar cómo sería no comer. Se le ocurrió una idea brillante.

- No te preocupes, Gatita. ¡Yo tengo mucho para compartir! - exclamó Gelatina con entusiasmo. - Cada día, puedo dejarte un poco de mi comida a escondidas.

Gatita, sorprendida, miró a Gelatina con grandes ojos.

- ¿De verdad harías eso por mí? - preguntó con esperanza.

- ¡Claro que sí! - respondió Gelatina. - De ser necesario, lo haré cada día.

Y así fue como Gelatina se convirtió en la amiga generosa de Gatita. Todas las noches, cuando Pablo se iba a dormir, Gelatina se escabullía hacia el jardín y dejaba un poco de su comida en un rincón seguro donde solo Gatita la podía encontrar. La noche caía y la luna brillaba mientras Gelatina y Gatita compartían risas y juegos, cada día se hacían más amigas.

Un día, mientras Gelatina estaba en el jardín, vio a Pablo mirando por la ventana. Gelatina se sintió un poco nerviosa. ¿Y si él se daba cuenta de que ella no comía toda su comida?

- ¡No puedo dejar que Pablo se preocupe! - pensó Gelatina. - Debo encontrar una solución.

Esa noche, mientras Gatita devoraba felizmente la comida que Gelatina le había dejado, Gelatina tuvo otra idea. Ella decidió llevar a Gatita a conocer el comedor comunitario que había en el barrio. Allí, muchas mascotas recibían comida gracias a un grupo de personas bondadosas.

- Gatita, tengo una idea genial - le dijo Gelatina. - ¿Y si mañana te llevo a un lugar donde dan comida a los gatos?

Los ojos de Gatita se iluminaron de alegría.

- ¿De verdad? ¡Eso sería increíble! - exclamó.

A la mañana siguiente, Gelatina condujo a Gatita hasta el comedor. Cuando llegaron, se encontraron con muchos gatos felices que comían juntos.

- ¡Mirá, Gatita! - dijo Gelatina emocionada - Aquí no te vas a quedar con hambre nunca más.

Gatita estaba asombrada. Nunca había visto tantos gatos disfrutando de la comida. Se acercó a la mesa y empezó a comer con entusiasmo.

- ¡Esto es delicioso! - dijo Gatita mientras disfrutaba de su primer buen plato de comida en mucho tiempo.

Desde aquel día, Gatita comenzó a ir al comedor cada vez que Gelatina estaba allí. No solo le ofrecían comida, sino que también hicieron muchos amigos entre los gatos.

- Gracias por haberme traído aquí, Gelatina. Eres la mejor amiga que podría desear - dijo Gatita emocionada.

- Siempre estaré aquí para ayudar, Gatita. La amistad es lo más importante - le respondió Gelatina con una sonrisa.

Poco a poco, Gatita se volvió más fuerte y feliz, gracias a la generosidad de Gelatina y al apoyo del comedor comunitario. Ambas gatitas continuaron siendo las mejores amigas y aprendieron que compartir y cuidar de los demás siempre es una buena acción.

Al final, Gelatina se dio cuenta de que había hecho mucho más que alimentar a Gatita; había ayudado a crear una comunidad de amigos que se apoyaban mutuamente.

Y así, en un pequeño y acogedor barrio, Gelatina y Gatita vivieron felices, recordando siempre que la generosidad y la amistad pueden iluminar incluso los días más oscuros.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!